Ofrendan en el “árbol de la dignidad” a los asesinados y desaparecidos
En el marco de la celebración de día de muertos que se conmemora en todo el territorio nacional, organizaciones no gubernamentales, colocaron en el zócalo capitalino la “quinta ofrenda combativa”, en la que se recordaron héroes de la historia nacional, dirigentes guerrilleros, y víctimas de la
violencia. Entre los participantes de la ofrenda, se encuentra el movimiento Yo Soy 132, el Taller de Desarrollo Comunitario, el Comité de familiares y amigos de desaparecidos, secuestrados y asesinados en Guerrero, integrantes del desaparecido grupo de la diversidad Ceprodeih, y el Comité de apoyo a familiares de las víctimas del Movimiento de 1960. En la ofrenda se destacó que además de honrar la memoria de nuestros próceres también se recordó a personas que han sido víctimas de la llamada delincuencia organizada, personas que no han tenido justicia y que incluso sus investigaciones están detenidas, archivadas o extraviadas. Se demandó también la presentación con vida de decenas de desaparecidos, sin embargo se reconoció que muchos de ellos pudieran haber sido asesinados y en esos casos que se apoye con la búsqueda de los cuerpos, “nuestra exigencia es que se cree un cuerpo especializado en investigación, para generar un plan de búsqueda, que no sean personas inexpertas que solo vayan a ver a los familiares para pedirles para la gasolina o extorsionarlo”, indicó Graciela Ledezma, quien es parte del Comité de familiares y amigos de desaparecidos, secuestrados y asesinados en Guerrero. Por su parte los integrantes del movimiento Yo soy 132, destacaron que en México se han acumulado más de 60 mil víctimas asociadas “a la absurda e ilegal Guerra contra el narco, que impulsa Felipe Calderón”, añadieron que la festividad de día de muertos tenía un tiempo y un espacio definido, era en éstos días de muertos en el mes de noviembre, en que la muerte se hacía presente en nuestra memoria y los cementerios eran el único espacio de convivencia con ellos, “Hoy esto ha cambiado, la violencia generada por la guerra del Estado contra la delincuencia, ha hecho de la muerte un evento cotidiano y las calles y las plazas públicas, el principal espacio donde los ciudadanos podemos encontrarnos con ellos para exigir justicia, porque los malos gobiernos no atienden éste reclamo”. El dirigente del Taller de Desarrollo comunitario, Javier Monroy, indicó que con la ofrenda colocada en la Plaza Cívica de esta capital, se hace patente que en los últimos 7 años y medio se han sucedido alrededor de 3 mil 500 asesinatos extrajudiciales de ciudadanos guerrerenses, que al menos hasta ahora no se les han probado actos delictivos, pues no se realizan investigaciones que esclarezcan éstos hechos y solo se les incrimina perversamente para dejar impunes estos delitos, “si a esta cifra se le suman los asesinatos cometidos de manera clara por la denominada delincuencia organizada, la cifra se multiplica. Pero también éstos muertos son nuestros pues en la mayoría de los casos, la causa de su vinculación con la delincuencia no ha sido la maldad sino la pobreza y marginación que genera el sistema capitalista que excluye a la mayoría de la población del acceso a una vida digna”. (Abel Miranda Ayala)
violencia. Entre los participantes de la ofrenda, se encuentra el movimiento Yo Soy 132, el Taller de Desarrollo Comunitario, el Comité de familiares y amigos de desaparecidos, secuestrados y asesinados en Guerrero, integrantes del desaparecido grupo de la diversidad Ceprodeih, y el Comité de apoyo a familiares de las víctimas del Movimiento de 1960. En la ofrenda se destacó que además de honrar la memoria de nuestros próceres también se recordó a personas que han sido víctimas de la llamada delincuencia organizada, personas que no han tenido justicia y que incluso sus investigaciones están detenidas, archivadas o extraviadas. Se demandó también la presentación con vida de decenas de desaparecidos, sin embargo se reconoció que muchos de ellos pudieran haber sido asesinados y en esos casos que se apoye con la búsqueda de los cuerpos, “nuestra exigencia es que se cree un cuerpo especializado en investigación, para generar un plan de búsqueda, que no sean personas inexpertas que solo vayan a ver a los familiares para pedirles para la gasolina o extorsionarlo”, indicó Graciela Ledezma, quien es parte del Comité de familiares y amigos de desaparecidos, secuestrados y asesinados en Guerrero. Por su parte los integrantes del movimiento Yo soy 132, destacaron que en México se han acumulado más de 60 mil víctimas asociadas “a la absurda e ilegal Guerra contra el narco, que impulsa Felipe Calderón”, añadieron que la festividad de día de muertos tenía un tiempo y un espacio definido, era en éstos días de muertos en el mes de noviembre, en que la muerte se hacía presente en nuestra memoria y los cementerios eran el único espacio de convivencia con ellos, “Hoy esto ha cambiado, la violencia generada por la guerra del Estado contra la delincuencia, ha hecho de la muerte un evento cotidiano y las calles y las plazas públicas, el principal espacio donde los ciudadanos podemos encontrarnos con ellos para exigir justicia, porque los malos gobiernos no atienden éste reclamo”. El dirigente del Taller de Desarrollo comunitario, Javier Monroy, indicó que con la ofrenda colocada en la Plaza Cívica de esta capital, se hace patente que en los últimos 7 años y medio se han sucedido alrededor de 3 mil 500 asesinatos extrajudiciales de ciudadanos guerrerenses, que al menos hasta ahora no se les han probado actos delictivos, pues no se realizan investigaciones que esclarezcan éstos hechos y solo se les incrimina perversamente para dejar impunes estos delitos, “si a esta cifra se le suman los asesinatos cometidos de manera clara por la denominada delincuencia organizada, la cifra se multiplica. Pero también éstos muertos son nuestros pues en la mayoría de los casos, la causa de su vinculación con la delincuencia no ha sido la maldad sino la pobreza y marginación que genera el sistema capitalista que excluye a la mayoría de la población del acceso a una vida digna”. (Abel Miranda Ayala)
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