Hasta eso, los Ayotzinapos se portaron “decentes” ayer

Alrededor de mil 500 personas participaron en la marcha pacífica, que se realizó ayer por el quinto aniversario del desalojo que las fuerzas del orden ejercitaron contra estudiantes y egresados de la Normal de Ayotzinapa que tomaron por asalto las instalaciones del Congreso del Estado, privando de
su libertad a algunos diputados. Ello ocurrió el 14 de noviembre del año 2007. En la movilización de ayer participaron, además de los alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, contingentes de normalistas rurales provenientes de diversos estados del país. Asimismo padres de familia, un contingente de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), macheteros de Atenco e integrantes del Taller de Desarrollo Comunitario, quienes se congregaron en las inmediaciones del museo La Avispa para de ahí marchar, primero hacia el palacio de gobierno, después regresaron al lugar de partida y se enfilaron por la avenida Rufo Figueroa hasta la puerta uno de Casa Guerrero. La movilización continuó por la avenida de La Juventud y ahí se hizo una parada frente a las instalaciones de la Policía Federal, donde se pronunció un discurso, en el que se demandó que esta corporación salga de Guerrero “porque sólo ha venido a reprimir, y no a generar condiciones de seguridad para el pueblo en general”, dijo el orador. El siguiente punto en la marcha de los normalistas fue el Congreso del Estado, donde se recordó el desalojo y sus consecuencias. En el discurso político se demandó al gobernador que cumpla al cien por ciento con la recomendación que emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por los hechos del 12 de Diciembre del año 2011, cuando en otro desalojo perdieron la vida dos estudiantes y quedó herido de gravedad un trabajador de la gasolinera Eva, que falleció 19 días después. La marcha fue pacífica, y sólo en las instalaciones de la Policía Federal hicieron un par de pintas. Pese a ello, la sola posibilidad de una jornada violenta, originó que en Palacio de Gobierno, el Congreso del Estado y la Secretaría de Educación, se suspendieran totalmente las labores y se dispusieran policías para resguardar los inmuebles. La única, pero grave, afectación que generaron, fue un severo caos vial en toda la ciudad, por las calles que fueron cerrando a su paso. Para trasladarse de su plantel a esta capital, los normalistas de Ayotzinapa utilizaron 18 camiones de diversas líneas de autotransporte, mismos que mantiene “secuestrados”, con todo y choferes, algunos desde hace varios meses. (Abel Miranda Ayala)

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