Desdeñan gobernantes programas de prevención de desastres: Arroyo Matus
*Pudieron haberse evitado las pérdidas por el sismo del 20 de
Marzo, afirma el Premio Nacional de Protección Civil de 2009
Grupos de investigadores han elaborado y diseñado programas de prevención de desastres que han presentado a los gobierno del Estado y Federal, sin embargo no han tenido respuesta, reveló el Ingeniero e investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero, Roberto Arroyo Matus. Detalló
que desde antes de que ocurrieran los sismos del 10 de diciembre de 2011 y 20 de marzo del 2012, se presentaron propuestas para reforzar viviendas de adobe y otras de concreto pero deficientes, con lo que se pretendía evitar las pérdidas que se tuvieron. Y es que tras los sismos recientes tanto el Gobierno del Estado y Federal, han destinado más de 80 millones de pesos para la reconstrucción de viviendas que colapsaron con los movimientos, pérdidas que pudieron haberse evitado. Criticó que en Guerrero siendo la zona de mayor sismicidad en el país, y en el mundo, las autoridades aún no contemplen en el plan de Protección Civil, el reforzamiento de viviendas, que en caso de un sismo mayor colapsarían, y se tendría que hacer una fuerte inversión para su reconstrucción. El Investigador y también acreedor del Premio Nacional de Protección Civil en 2009, explicó que si se aplicaran los programas de prevención que han propuesto en más de una ocasión a las autoridades, el ahorro sería significativo. “Tengo entendido que las viviendas que construyeron en Ometepec por el sismo del 20 de marzo, se estima una inversión de 110 mil pesos, mientras que si se reforzaran, el gasto sería de apenas 15 mil pesos por vivienda, tomando en consideración que los movimientos telúricos en Guerrero son inminentes”. Tan solo de enero de 2012 a la fecha en Guerrero se han registrado 733 sismos, lo que representa el 18.88 por ciento de la sismicidad nacional, de estos 5 de ellos han superado la magnitud de 5 grados en la escala de Richter. Y es que el estado de Guerrero se encuentra asentado sobre una brecha de 260 kilómetros de longitud entre la Placa de Cocos y el Arrecife Americano, y cuando estas dos placas chocan o liberan energía acumulada, se producen una serie de movimientos. Por esta razón el también catedrático de la Universidad Autónoma de Guerrero, Arroyo Matus, criticó a las autoridades que no tengan contempladas acciones de prevención, aunque saben de las condiciones geográficas y geológicas que privan en esta entidad. Consideró como urgente que las autoridades destinen mayor recursos a este tipo de programas que han probado su eficacia, y que no solo evitarían pérdidas económicas, sino lo más importante que son las vidas humanas. Arroyo Matus reiteró que existe una alta probabilidad a que ocurra un sismo con una magnitud similar al de 1985, y que de no estar prevenida la ciudadanía tendría consecuencias fatales. Sin embargo dijo, que no hay porque alarmarse, más sabiendo que Guerrero es una zona sísmica, sino aplicar las medidas de protección civil, saber que hacer antes, durante y después de un sismo. Llamó a las autoridades a tomar con seriedad las propuestas que hacen los investigadores en esta rama de la ciencia, y tomar como experiencias los sismos del 10 de diciembre y 20 de marzo, que a pesar de que fueron de una magnitud baja, causaron serios daños sobre todo en Ometepec (ANG).
Grupos de investigadores han elaborado y diseñado programas de prevención de desastres que han presentado a los gobierno del Estado y Federal, sin embargo no han tenido respuesta, reveló el Ingeniero e investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero, Roberto Arroyo Matus. Detalló
que desde antes de que ocurrieran los sismos del 10 de diciembre de 2011 y 20 de marzo del 2012, se presentaron propuestas para reforzar viviendas de adobe y otras de concreto pero deficientes, con lo que se pretendía evitar las pérdidas que se tuvieron. Y es que tras los sismos recientes tanto el Gobierno del Estado y Federal, han destinado más de 80 millones de pesos para la reconstrucción de viviendas que colapsaron con los movimientos, pérdidas que pudieron haberse evitado. Criticó que en Guerrero siendo la zona de mayor sismicidad en el país, y en el mundo, las autoridades aún no contemplen en el plan de Protección Civil, el reforzamiento de viviendas, que en caso de un sismo mayor colapsarían, y se tendría que hacer una fuerte inversión para su reconstrucción. El Investigador y también acreedor del Premio Nacional de Protección Civil en 2009, explicó que si se aplicaran los programas de prevención que han propuesto en más de una ocasión a las autoridades, el ahorro sería significativo. “Tengo entendido que las viviendas que construyeron en Ometepec por el sismo del 20 de marzo, se estima una inversión de 110 mil pesos, mientras que si se reforzaran, el gasto sería de apenas 15 mil pesos por vivienda, tomando en consideración que los movimientos telúricos en Guerrero son inminentes”. Tan solo de enero de 2012 a la fecha en Guerrero se han registrado 733 sismos, lo que representa el 18.88 por ciento de la sismicidad nacional, de estos 5 de ellos han superado la magnitud de 5 grados en la escala de Richter. Y es que el estado de Guerrero se encuentra asentado sobre una brecha de 260 kilómetros de longitud entre la Placa de Cocos y el Arrecife Americano, y cuando estas dos placas chocan o liberan energía acumulada, se producen una serie de movimientos. Por esta razón el también catedrático de la Universidad Autónoma de Guerrero, Arroyo Matus, criticó a las autoridades que no tengan contempladas acciones de prevención, aunque saben de las condiciones geográficas y geológicas que privan en esta entidad. Consideró como urgente que las autoridades destinen mayor recursos a este tipo de programas que han probado su eficacia, y que no solo evitarían pérdidas económicas, sino lo más importante que son las vidas humanas. Arroyo Matus reiteró que existe una alta probabilidad a que ocurra un sismo con una magnitud similar al de 1985, y que de no estar prevenida la ciudadanía tendría consecuencias fatales. Sin embargo dijo, que no hay porque alarmarse, más sabiendo que Guerrero es una zona sísmica, sino aplicar las medidas de protección civil, saber que hacer antes, durante y después de un sismo. Llamó a las autoridades a tomar con seriedad las propuestas que hacen los investigadores en esta rama de la ciencia, y tomar como experiencias los sismos del 10 de diciembre y 20 de marzo, que a pesar de que fueron de una magnitud baja, causaron serios daños sobre todo en Ometepec (ANG).
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