Toman ayotzinapos y sus padres por 4 horas el palacio de gobierno

Alumnos, padres de familia y aspirantes a ingresar a la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa bloquearon por más de cuatro horas todos los accesos del palacio de gobierno, para presionar una respuesta favorable a sus intenciones de “corrimiento” del escalafón, para que se
inscriban los aspirantes que sí completaron la semana de adaptación y se deseche a los 26 “recomendados”. Los llamados “recomendados” son 26 aspirantes a quienes el Comité Estudiantil “Ricardo Flores Magón” no les permite inscribirse por no haber concluido la “semana de prueba”, en la que son sometidos a tortura y vejaciones. Quienes no soportan una semana de estos tratos son echados de la escuela, sin embargo los 26 aspirantes promovieron recursos legales para demandar su derecho a inscribirse dado que esta práctica no se contempla en la convocatoria Entre los aspirantes rechazados por el comité se encuentra la mayoría de los que obtuvieron los primeros lugares en el examen de oposición, personas de muy escasos recursos que ameritan tener la beca, pero que no soportaron las vejaciones. Los manifestantes llegaron alrededor de las 11 de la mañana de ayer a bordo de cuatro autobuses de diversas líneas comerciales que mantiene secuestrados junto con sus conductores, se instalaron al frente del palacio de gobierno y por más de una hora gritaron consignas y discursos políticos en un aparato de sonido. Alrededor de las doce del día, los manifestantes se fueron a los demás accesos del inmueble y cancelaron toda posibilidad de ingresar o salir. Sin embargo los propios policías les dijeron a los inconformes que a las tres de la tarde, como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores, le prestarían las llaves a los trabajadores y serían ellos quienes abrirían la puerta, “son muchos más los que querrán salir que ustedes y los van a atropellar, sentenció uno de los guardias a los normalistas”. En una breve charla del uniformado con los normalistas les dijo que ellos no intervendrían para quitarlos, pero cerrarles la puerta a los trabajadores, a la hora de comida es muy peligroso porque es una turba que demanda salir. Ante tal advertencia, poco antes de las tres de la tarde los normalistas dejaron libres los accesos, abordaron los autobuses y se retiraron a “su” escuela. (Abel Miranda Ayala)

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