Polémica por la “expulsión” de una niña discapacitada en una primaria

Aurora Camacho Ponce, una mujer de la tercera edad denunció que su nieta Carmina Gabriela de Jesús Mejía Pacheco de nueve años, por presentar una discapacidad en las piernas fue expulsada en su segundo día de clases de la escuela primaria “Adolfo López Mateos” en la colonia Omiltemi de esta
capital.
Según la versión de la denunciante, la madre de la menor, Regina Pacheco Camacho acudió hace algunos días a este plantel para sostener un encuentro con la directora, Elva Fernández Chávez para determinar si era posible que su hija fuera aceptada en esta escuela, después de haber iniciado el ciclo escolar.
Explicó que su nieta padece de parálisis en las piernas, situación que la obliga a usar silla de ruedas, motivo por el que estuvo viviendo un largo tiempo en la ciudad de México en donde recibió la atención necesaria, sin embargo aseguró que se encuentra en condiciones óptimas para leer, escribir y desarrollarse como cualquier alumno dentro de un aula de clases.
Aurora Camacho explicó que en un primer momento, la directora accedió a recibir a su nieta, quien ingresaría a tercer año, por lo que el pasado viernes fue su primer día de clases y no tuvo ningún problema, pero para este lunes, le informaron que por la discapacidad que padece la menor no podía ser aceptada.
Ante esto, la madre de la niña rechazada acudió a la Comisión de Defensa de Derechos Humanos (Coddehum) del estado para interponer una denuncia en contra de la directora del plantel, ya que aseguran, se están violentando sus garantías individuales y le están cuartando su derecho a la educación.
Por su parte, Elva Fernández Chávez, directora de esta institución, negó que se le haya negado a Carmina Gabriela su derecho a la educación, incluso aseguró que en esta escuela primaria, en años anteriores ya le habían brindado espacios a alumnos con discapacidades.
Dijo que en el caso de la señora Regina Pacheco, al principio había intentado inscribir a dos de sus hijos en la primaria, un varón y a Carmina, pero como ya había iniciado el ciclo escolar, las aulas se encontraban saturadas pudiendo recibir únicamente a la niña, situación fue aceptado por la madre de familia.
Mencionó que durante el encuentro que sostuvieron la señora comenzó a imponerle condiciones para la atención de su hija, entre estas, que un profesor o compañero de clases la llevara y trajera al baño cuando lo requiriera, además de que exigía que ninguno de los alumnos se burlara de ella dentro del plantel.
Sin embargo dijo que la labor de los profesores impide que dejen desatendidos a todos los alumnos para enfocarse solo a uno, y les es imposible tener que acompañar al baño a un estudiante en silla de ruedas o incluso para que en la hora de la entrada o salida le ayuden a ascender o descender los escalones.
La directora del plantel reconoció que la institución no está en condiciones para atender de manera personalizada a alumnos con discapacidades, y tampoco puede destinar a personal que se encargue de atender las necesidades de Carmina Gabriela.
Por esta razón le dijo la madre de la menor que tenía la libertad de ingresar al plantel a la hora que quisiera para atender a su hija, pero esta se negó al ofrecimiento, y ante su enojo, de manera prepotente le reclamo la falta de atención, lo que la motivo a realizar esta denuncia, que aseguró, no tiene fundamentos. (ANG)

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