Padres de “ayotzis” y rebatinga por el huevo, deslucieron un acto oficial

Padres de familia de alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa se manifestaron ayer sobre el viejo libramiento Chilpancingo-Tixtla, que sería inaugurado por el gobernador del estado, quien fue representado en ese evento por la Secretaria de Desarrollo social, Beatriz Mojica Morga.
Los padres de familia, que llegaron en uno de los camiones de pasajeros que los normalistas mantiene secuestrados desde hace muchos meses, mostraron pancartas en las que se rechaza la inclusión de 26 “recomendados”, a la normal rural, sin embargo cuando la Secretaria de Educación se presentó en el lugar para atender las demandas, ninguno de los padres quiso hablar con ella.
Los padres demandan que se haga el corrimiento del escalafón en la Normal de Ayotzinapa y no se incluyan a los 26 alumnos que no completaron la semana de adaptación, en la que según denuncia penal, que los aspirantes depositaron en la Procuraduría Estatal, fueron sometidos a torturas y se les obligó a ir a la comandancia de la policía a gritarles consignas, entre muchas otras cosas.
Los manifestantes llegaron alrededor de las 12 y media del día al evento que se tenía programado a la una y con ello consiguieron que el gobernador cancelara su participación, sin embargo las dos actividades programadas en este sitio se realizaron sin inconveniente.
Ahí la Secretaria de desarrollo Social y el alcalde capitalino Tulio Samuel Pérez calvo realizaron la inauguración de la rehabilitación del viejo libramiento a Tixtla, y pusieron en marcha el programa de apoyo a la canasta básica que consiste en acercar a los hogares guerrerenses huevo a bajo costo.
Al final del evento se inició con la venta de huevo a personas de escasos recursos a un costo de un peso la pieza (30 pesos la canastilla de igual número de piezas), precio mucho menor que el que se consigue en las tiendas departamentales o mercado donde la canastilla se cotiza entre los 70 y 80 pesos.
La parte lamentable fue la desorganización con que iniciaron la venta del producto de Gallina, pues los empleados de la Sedesol que se quedaron encargados de hacerlo, no tuvieron capacidad para organizar una fila, pretendieron vender primero a las personas que estaban sentadas, sin embargo ello propició que unas se paraban y otras se sentaban y las que ya habían comprado regresaban y se volvían a meter mientras que otras persona que estuvieron por horas esperando no pudieron acceder al producto.
En un momento las mujeres que se encontraban formadas en las laterales se subieron al templete y exigieron que se les vendiera el huevo, por lo que los empleados de Sedesol cancelaron la venta y les exigieron que se bajaran, “se bajan o ya no le vendo a nadie”, sentenció el empleado, “bueno nos vendes, o en este momento bloqueamos la calle y ni siquiera vamos a regresar aquí, tú vas a tener que llevarlo a donde estemos, tú decides”, respondió la mujer que luchaba por mantener su lugar cerca de las cajas de huevos a pesar de empujones que hacían más personas que buscaban el producto.
Finalmente el empleado les pidió que formaran una fila así como estaban y les empezó a vender los huevos, “tenemos más de tres horas aquí paradas en el rayo del sol y ahora resulta que no nos van a vender el huevo eso si nos molesta”, dijo la embravecida mujer. (Abel Miranda Ayala)

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