La procuradora Martha Elva no dijo ni “pío” al ser abordada por los latosos reporñeros

“Con permiso, con permiso”, fueron las únicas palabras que dijo la titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Martha Elva Garzón Bernal, antes de salir a toda velocidad —cual Ana Gabriela Guevara— del Panteón Central para no enfrentar a los representantes de los medios de
comunicación. Se volvió muda pues’n.
De manera contradictoria, fue su propia oficina de Prensa la que hasta con dos días de antelación convocó a los representantes de los medios de comunicación en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Central, ya que sería la oradora oficial en el homenaje al ex gobernador Alejandro Gómez Maganda al conmemorarse su 28 aniversario luctuoso.
Pero no. Después de esperar por más de una hora, los reporteros locales que la rodearon con cámaras, micrófonos y grabadoras, se quedaron con sus preguntas, ya que después de pedirles permiso salió literalmente “a la carrera” del cementerio, escoltada por sus guaruras que tiraban codazos a diestra y siniestra para quitarle de encima a los chocosos y por demás insidiosos “reporñeros”.
Garzón Bernal no contestó a ninguna pregunta. Nada sobre los 16 cadáveres encontrados en la caja de redilas de una camioneta de 3 toneladas en Coyuca de Catalán. Nada de los camiones del servicio público incendiados con todo y choferes en Acapulco. Vamos, nada acerca de que si festejará las “fiestas patrias”. Le comieron la lengua los ratones.
Eso sí, a la salida del Panteón Central ya la esperaba su lujosa camioneta blindada custodiada por una docena de mal encarados agentes de la Policía Ministerial del Estado (PME), a bordo de dos camionetas, y una patrulla de la Policía Estatal. Se alejaron a toda velocidad por la calle Ayutla.
Por su parte, su vocera, con pena y todo, no tuvo más que hacer mutis y encogerse de hombres cuando se le preguntó si para eso convocaba a los medios de comunicación.
Pero además, de su discurso como oradora oficial en el homenaje a don Alejandro Gómez Maganda no hubo nada rescatable, pues únicamente se fusiló la semblanza que del ex gobernador guerrerense aparece en “Wikipedia” y ni siquiera se le ocurrió agregarle algún mensaje político.
¡Pero bueno…! (Baltazar Jiménez Rosales)

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