Trabajan para reactivar el circuito turístico Río Azul

Bellezas naturales, atractivos artesanales, gastronómicos y comerciales, ofrece a los turistas el Circuito Turístico Río Azul, que abarca el municipio de Chilapa, Tixtla, Mochitlán, Quechultenango y Chilpancingo en la Zona Centro.

La Delegada de Turismo Zona Centro y Montaña del Gobierno del Estado, Yamileth Natalia Payan Sánchez, destacó que las carreteras de esta zona turística guerrerense están bordeadas de abundante y variada vegetación, por lo cual, el paseante disfrutará de un clima agradable, así como numerosas corrientes de agua cristalina, añadiendo una hospitalidad atenta y cordial de los lugareños.
Además señaló que otra de las maravillas naturales de esta región son las Grutas de Juxtlahuaca, que cuentan con un sendero acondicionado y un cristalino estanque interior, en el que se puede disfrutar de las formaciones calcareas de diversos coloridos, pinturas rupestres olmecas, así como restos humanos petrificados y el acueducto.
Chilapa de Álvarez es famosa por concentrar en su tianguis dominical bellas artesanías, abundantes productos agropecuarios y una exquisita gastronomía; los viajeros, podrán admirar la monumental Catedral de Chilapa Asunción de María y su reloj con un monumental carrillón con figuras en movimiento, similar a los que se pueden admirar en algunas catedrales alemanas.
Cabe destacar que al norte de la ciudad, en la comunidad de Acatlán, hay en su proximidad y sobre la carretera unas pinturas rupestres de extraordinaria calidad, además de que sus pobladores elaboran hermosas faldas y blusas bordadas.
Mientras que en Tixtla, que vio nacer al General Vicente Guerrero Saldaña, consumador de la Independencia Nacional, se conservan fielmente viejas tradiciones, por lo que son múltiples las ceremonias religiosas y ancestrales que de manera periódica y frecuente se celebran, además de las incomparables artesanías que se exhiben.
Petaquillas, que se localiza a 11 kilómetros al sur de la capital del Estado, es un poblado con vecinos tranquilos y hospitalarios apegados a sus viejas tradiciones prehispánicas y religiosas, conmemorando el 28 de agosto, su feria tradicional en honor al santo patrono San Agustín.
Asimismo en el poblado de Tepechicotlán los turistas encontrarán una bonita población poseedora de un fértil valle en donde sus habitantes antes cultivaban caña (procesada en una vieja hacienda de la que aún quedan interesantes vestigios y un gran depósito circular de agua), y que ahora han cambiado por maíz, alfalfa, jícama, cacahuate y papaya.
En el lugar se venera en su pequeña iglesia a la Virgen de Guadalupe, misma que la naturaleza dibujó sobre una pequeña piedra.
Mochitlán es una cálida población en donde se encuentran palmeras de cocoteros y árboles de hilamos, toronja, mango y lima reyna. Es una pintoresca comunidad que vale la pena visitar, especialmente en sus tradicionales fiestas acompañadas por el sonido del teponaxtle, como son la petición de lluvias, la visita al volcán negro o el paseo del tesoro el Día de la Abuelita.
Quechultenango, es una localidad agropecuaria donde existieron ricas haciendas. Muy cerca se encuentran los lugares de recreo Los Manantiales, Santa Fe, y El Borbollón, que es el manantial que prácticamente da nacimiento al Río Azul y el que con mayor caudal lo alimenta con sus cristalinas aguas.
La comunidad de Colotlipa creció y tuvo agua al través de la construcción de la hidroeléctrica que la Comisión Federal de Electricidad hizo en el lugar. Su capacidad de generación es muy pequeña, pero representa un cimiento, una fuente de empleo y un símbolo importante dentro de la comunidad.
Por la abundancia de agua que aporta el Río Azul y el Río Blanco, posee varias pozas y una abundante vegetación natural y agrícola, así como una actividad comercial de importancia regional.

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