Imposición de candidatos por compadrazgos causa de la histórica derrota del PRI: Leyva
La imposición de candidatos y la poca transparencia en su designación fueron las causas por las cuales el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tuvo la peor derrota de su historia en Guerrero, acusó ayer el ex dirigente estatal de este instituto político, Marco Antonio Leyva Mena.
En la entrevista, el también legislador local no se anduvo por las ramas y crítico resaltó que para estas elecciones, los candidatos del PRI se derivaron de los compadrazgos, amiguismos y a intereses de la cúpula que controla al Revolucionario Institucional.
Sin embargo, aun cuando reconoció que en las elecciones del domingo pasado, el PRI perdió, además de las dos Senadurías y las nueve diputaciones federales, también la mayoría de los municipios de la entidad y 21 de las 28 diputaciones locales de mayoría relativa, Leyva Mena destacó que hay posibilidades de que el tricolor se reconstituya.
Esto, dijo, sólo si sus dirigentes y sus militantes tienen el talento, la capacidad, la humildad y la autocrítica de reconocer que estos resultados nos fueron adversos, pero si “tratamos de hacer de una derrota una victoria, estaremos perdiendo la perspectiva”.
Por lo anterior, el ex dirigente estatal del PRI sugirió que la reconstrucción del PRI debe ser a partir de los liderazgos naturales que le sirven a la sociedad de las comunidades, de los barrios y de las colonias, lo cual debe ser una acción improrrogable.
Es más, enfatizó que es el Comité Ejecutivo Nacional del PRI el que debe de tomar cartas en el asunto a la voz de ya e iniciar la renovación del partido a partir de las bases y no de los intereses de los grupos tradicionales que hay al interior del partido”.
Y es que dijo que la sociedad de Guerrero ya le envío varios mensajes al PRI en las elecciones de gobernador del 2005, en el 2006, en el 2011 y ahora en el 2012.
Aclaró que no es el PRI el que no ha entendido la lección sino “los que intentan manejarlo de manera continua con sus mismos métodos, porque en el PRI cabemos todos: los tradicionales, los históricos, los renovadores y los reformistas, pero siempre que exista un equilibrio, porque cuando no existe un equilibrio las cosas se descomponen”, insistió. (Baltazar Jiménez Rosales)
En la entrevista, el también legislador local no se anduvo por las ramas y crítico resaltó que para estas elecciones, los candidatos del PRI se derivaron de los compadrazgos, amiguismos y a intereses de la cúpula que controla al Revolucionario Institucional.
Sin embargo, aun cuando reconoció que en las elecciones del domingo pasado, el PRI perdió, además de las dos Senadurías y las nueve diputaciones federales, también la mayoría de los municipios de la entidad y 21 de las 28 diputaciones locales de mayoría relativa, Leyva Mena destacó que hay posibilidades de que el tricolor se reconstituya.
Esto, dijo, sólo si sus dirigentes y sus militantes tienen el talento, la capacidad, la humildad y la autocrítica de reconocer que estos resultados nos fueron adversos, pero si “tratamos de hacer de una derrota una victoria, estaremos perdiendo la perspectiva”.
Por lo anterior, el ex dirigente estatal del PRI sugirió que la reconstrucción del PRI debe ser a partir de los liderazgos naturales que le sirven a la sociedad de las comunidades, de los barrios y de las colonias, lo cual debe ser una acción improrrogable.
Es más, enfatizó que es el Comité Ejecutivo Nacional del PRI el que debe de tomar cartas en el asunto a la voz de ya e iniciar la renovación del partido a partir de las bases y no de los intereses de los grupos tradicionales que hay al interior del partido”.
Y es que dijo que la sociedad de Guerrero ya le envío varios mensajes al PRI en las elecciones de gobernador del 2005, en el 2006, en el 2011 y ahora en el 2012.
Aclaró que no es el PRI el que no ha entendido la lección sino “los que intentan manejarlo de manera continua con sus mismos métodos, porque en el PRI cabemos todos: los tradicionales, los históricos, los renovadores y los reformistas, pero siempre que exista un equilibrio, porque cuando no existe un equilibrio las cosas se descomponen”, insistió. (Baltazar Jiménez Rosales)
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