Con juicio de amparo piden tener Jardín de Niños en su comunidad

Habitantes de la comunidad indígena de Buena Vista, municipio de Atlixtac en la región de la Montaña, solicitaron la protección de la justicia federal a través de un amparo, con el que demandan al gobierno garantizar el acceso a la educación básica de los niños y niñas de esa población que actualmente no cuentan
con el servicio de educación preescolar.
La solicitud de amparo fue presentada el pasado 21 de junio y en días posteriores admitida por el juez primero de distrito y donde se le asignó el número de expediente 893/2012.
Este juicio de amparo en el que los indígenas demandan acceso a la educación, no tiene precedente, sin embargo es muy parecido al que realizaron pobladores de la localidad de Mini Numa, municipio de Metlatónoc, hace algunos años para demandar acceso a la salud y con el que lograron que se garantizara en su población la permanencia de un médico.
De acuerdo con información proporcionada por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan” que son los representantes legales de la comunidad que demanda la instalación de un jardín de niños intercultural; Los niños y las niñas deben caminar más de 6 kilómetros diarios para recibir educación preescolar; esto trae como consecuencia que en la actualidad cerca de 30 niños y niñas de entre 3 y 6 años no accedan a la educación inicial, como es su derecho.
Aseguraron que por más de 10 años han acudido a todas las instancias gubernamentales para solicitar que se les instale un Centro de Educación Preescolar Indígena. No obstante, las autoridades educativas han ignorado estas solicitudes de manera reiterada, a pesar de que la propia comunidad ya cuenta con el terreno en el que podría establecerse el Centro Educativo y sin considerar que los habitantes de Buena Vista ya construyeron con sus propios recursos y trabajo comunitario un recinto para albergar el preescolar.
Tlachinollan consideró que la demanda presentada por la comunidad de Buena Vista es de gran trascendencia, no sólo porque constituye el último recurso legal con que cuentan los niños y las niñas de esta comunidad para acceder a la educación, sino también porque pone a prueba las recientes reformas en materia de amparo y derechos humanos para exigir judicialmente los derechos sociales de las comunidades indígenas en México.
Cabe recordar que en el mismo sentido, pero demandando acceso a la salud actuó la comunidad de Mini Numa en el año 2008, quienes igual que ahora Buena Vista contaban con un terreno y con recursos propios construyeron lo que sería la casa de salud, sin embargo la secretaría de salud a sus gestiones respondió que por la densidad población que tenía el pueblo no se justificaba asignar a un médico a ese lugar, por ello tenían que ir al médico hasta la cabecera municipal a la que tardan 4 horas en llegar caminando porque no hay sistema de transporte público, finalmente lograron que el juez se pronunciara en su favor, les concediera el amparo de la justicia federal, y desde entontes se obligó al gobierno estatal a mantener un médico en esa población. (Abel Miranda Ayala)

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