Ceprodehi se disuelve; sus integrantes retoman proyectos personales: Luquín

A casi siete años de su fundación y a poco más de un año de la muerte de su líder, Quetzalcóatl Leija Herrera, el Centro de Estudios y Proyectos para el Desarrollo Humano Integral (Ceprodehi) anunció ayer su disolución como asociación civil, principalmente porque sus principales dirigentes tienen
proyectos personales qué atender.
José Lavoisiere Luquín Jiménez, quien a la muerte de Leija Herrera asumió la Presidencia de Ceprodehi, dijo que los integrantes de esta organización se sienten satisfechos con lo que lograron en estos casi siete años.
Sin embargo, como la defensa de los derechos humanos es un ejercicio de tiempo completo, sus principales dirigentes se encontraron ante el problema de que precisamente es lo que no tienen, por lo que tomaron la determinación de disolver la organización y reintegrarse cada uno a sus actividades y proyectos personales.
A nombre de sus agremiados, Luquín Jiménez agradeció a todas las personas que apoyaron los proyectos del Ceprodehi, entre ellos los medios de comunicación, así como funcionarios, políticos y líderes de opinión quienes con su ayuda acompañaron a esta organización “en el esfuerzo de hacer de nuestro estado un lugar más tolerante”.
Asimismo, extendieron su agradecimiento a los delegados de Ceprodehi de Tixtla, Chilapa, Chilpancingo, Zumpango del Río, Taxco y Acapulco por su valiosa labor en cada uno de esos lugares para crear un ambiente de tolerancia y respeto para la Comunidad Lésbico, Gay, Bisexuales, Travestis, Transgéneros, Transexuales e Intersexuales de Guerrero.
Luquín Jiménez dijo sentirse satisfecho por lo que lograron en estos casi siete años a partir del 14 de noviembre del 2005 en que Ceprodehi se fundó.
Entre los logros de Ceprodehi, ejemplificó, se encuentra la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación, la impartición de talleres sobre el uso correcto del condón, talleres relacionados con la defensa de los derechos humanos de las personas no heterosexuales; la eliminación de la homosexualidad del Código Penal, que nos equiparaba al pandillerismo, a la corrupción de menores y a la prostitución.
Asimismo, la denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de los crímenes de odio que se cometieron por homofobia desde el 2006 al 2012, exigiendo a esa dependencia justicia pronta para cada uno de los casos y las marchas del orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero e Intersexual del Estado de Guerrero en Chilpancingo desde el 2006 al 2012. (Baltazar Jiménez Rosales)

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