Con ojo morado y todo, pero doña Pera llegó a la barandilla a perdonar a su rey
Ebrio vecino de la colonia Las Terrazas, de esta ciudad —allá rumbo a Amojileca— fue detenido por elementos de la Policía Municipal después de que dio salvaje golpiza a su esposa
El detenido se llama Julio César Saldaña Romero, de 40 años de edad, vecino de la calle principal de la colonia Las Terrazas, quien fue arrestado a las 20:50 horas de ayer.
Con relación con los hechos, la señora María Esperanza Rodríguez Rivas, de 39 años de edad, explicó a los municipales que se encontraba descansando en su casa cuando llegó su marido Julio César Saldaña en completo estado de ebriedad, quien inicialmente la empezó a insultar.
Acto seguido, el beodo tomó de los cabellos a su mujer y le asestó varios golpes en la cara y luego a patadas en las piernas.
Como pudo, María Esperanza logró escapar de la agresión y solicitó el auxilio de los policías municipales quienes no tardaron en llegar y someter al agresor.
El detenido fue trasladado a la Delegación de Barandilla Municipal, aunque a pesar de la salvaje golpiza María Esperanza Rodríguez llegó al cuartel policiaco —con el ojo de cotorra y todo— para perdonar a su rey y para pagar la multa para liberar a su esposo quien le juró y perjuró que jamás la volverá a golpear. (Miguel Campuzano)
El detenido se llama Julio César Saldaña Romero, de 40 años de edad, vecino de la calle principal de la colonia Las Terrazas, quien fue arrestado a las 20:50 horas de ayer.
Con relación con los hechos, la señora María Esperanza Rodríguez Rivas, de 39 años de edad, explicó a los municipales que se encontraba descansando en su casa cuando llegó su marido Julio César Saldaña en completo estado de ebriedad, quien inicialmente la empezó a insultar.
Acto seguido, el beodo tomó de los cabellos a su mujer y le asestó varios golpes en la cara y luego a patadas en las piernas.
Como pudo, María Esperanza logró escapar de la agresión y solicitó el auxilio de los policías municipales quienes no tardaron en llegar y someter al agresor.
El detenido fue trasladado a la Delegación de Barandilla Municipal, aunque a pesar de la salvaje golpiza María Esperanza Rodríguez llegó al cuartel policiaco —con el ojo de cotorra y todo— para perdonar a su rey y para pagar la multa para liberar a su esposo quien le juró y perjuró que jamás la volverá a golpear. (Miguel Campuzano)
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