No pedimos dádivas sino respeto, dice Juan Valenzo

El dirigente de la Organización de Personas con Discapacidad “Digna Ochoa”, Juan Valenzo Villanueva, denunció que a pesar de la disposición gubernamental de que los adultos mayores y discapacitados, pagarían sólo 4 pesos por viaje y no 5 como el resto de la población, los choferes del
servicio urbano se niegan a hacer efectivo el descuento, y muchas veces insultan a quienes lo exigen.
Valenzo Villanueva, indicó que desde hace un par de meses cuando se anunció el incremento al precio del pasaje como organización de discapacitados iniciaron una lucha por tener un descuento del 50 por ciento como se tiene en otras ciudades del país, sin embargo con el gobierno se acordó que para no lesionar mucho la economía de los transportistas únicamente les concederían un descuento de un peso, lo que les dejaría pagando la tarifa anterior.
“Hay choferes muy groseros que arrancan las calcomanías que la autoridad ha puesto para informar que adultos mayores y discapacitados tiene una tarifa preferencial o incluso cuando ven un discapacitado haciendo la parada simplemente no se detienen”.
El discapacitado, indicó que se debe reconocer que al igual que hay mucho choferes maleducados, hay otros que si aplican el descuento, y que más allá del descuento, tienen gestos de amabilidad, que se detienen pegado a la banqueta y esperan el tiempo necesario para que suban o desciendan, pues siempre es lento el mover de los ancianos o discapacitados.
Por ello urgieron a la Dirección de Transportes y a Tránsito Municipal para que se implementen acciones tendientes a sensibilizar a los transportistas y que presten un servicio de calidad en especial para los discapacitados, “nosotros no buscamos que los sancionen, lo que buscamos es tener un servicio digno, que nos facilite el traslado, no que nos lo complique”.
Comentó por ejemplo que en muchas ocasiones los agentes de Tránsito están parados en las zonas de asenso y descenso en el centro de la ciudad y nada hacen para que las urvans se acerquen a la orilla, permiten descender en doble fila, o atravesados, sin estar bien estacionados, lo que para una persona joven y sin problemas motrices no representa ningún inconveniente pero para los discapacitados esos pasos debajo de la banqueta pueden ser mortales.
“No pedimos nada que esté fuera del alcance de las autoridades y los transportistas, sólo un poco de respeto”, concluyó. (Abel Miranda Ayala)

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