Habrá cónclave de juventudes católicas aquí en junio próximo

El vocero de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca Mayo, aseguró que en la Iglesia Católica existe una gran preocupación por la nueva oleada de violencia que se vive en el Estado de Guerrero, por ello se han implementado acciones en todas las parroquias, tendientes a la creación de
grupos juveniles, para en ellos reforzar la enseñanza de los valores y así se evite que caigan en las manos de la delincuencia.
El religioso, indicó que como parte de estas actividades entre los jóvenes se ha concedido que nuestra capital, Chilpancingo, sea sede en el mes de junio de un evento nacional de juventudes católicas en el que se prevé la visita de alrededor de 500 jóvenes provenientes de todos los estados del país, “jóvenes que vendrán a encontrarse, a compartir sus experiencias, compartir su fe y reflexionar sobre asuntos tan delicados como lo es la violencia”.
Indicó que este grupo de jóvenes habrán de convertirse después en promotores y gestores de la paz, porque la Iglesia siempre va a ser garante de la paz y nunca de la guerra o la violencia.
Entrevistado luego de la misa de medio día que por las afectaciones al templo de Santa María de la Asunción se realiza en el zócalo capitalino, el presbítero dijo que la Iglesia observa con mucha preocupación el incremento de la violencia en la entidad, por lo que hay tres acciones que la Iglesia realiza en este momento, la primera es “orar”, para que la ola de violencia se vaya acabando en cualquier sector del Estado, incluso del país o del mundo.
La segunda acción de la que la Iglesia es socialmente responsable es la educación de niños y jóvenes en los valores humanos, “nos toca educar también en los valores a nuestros fieles precisamente para que no se alíen a estos grupos organizados”.
La tercera acción de la Iglesia ante la violencia es ofrecer el perdón a quienes han delinquido pero que se arrepienten y desean volver a dios, “no podemos condenarlos, la Iglesia está para ofrecer la misericordia de Dios, porque también es para ellos, y esta época de la cuaresma es una buena época para ofrecérselas a ellos, hermanos nuestros que si verdaderamente están arrepentidos de sus actos”.
Finalmente el sacerdote llamó a los padres de familia a que se sumen a esta labor de la Iglesia y que apoyen a sus hijos, que los eduquen en los valores cristianos, para que tengan herramientas que los protejan de caer en manos de bandas de criminales. (Abel Miranda Ayala)

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