Llama el obispo Zavala a la paz y la reconciliación
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala castro, llamó a los feligreses católicos a sumarse a la reconciliación, para que en Guerrero y en todo el mundo haya paz, “porque estando en paz, la paz viene de manera inmediata”, y se refirió especialmente a aquellas personas que se han
inmiscuido en las filas de la delincuencia, “el llamado es para aquellos que tienen planes de quitarle la vida a otros, llamamos a que cambien sus planes y se reconcilien con las enseñanzas de la Iglesia”.
El religioso, consideró que el nuevo brote de violencia que se percibe en la entidad obedece a un fenómeno mundial, por lo que no es exclusivo de Guerrero y las autoridades para afrontarlo “han hecho lo que han podido, todos fallamos como seres humanos”.
“La violencia está en todo el mundo, de manera especial en algunas naciones, como en México, y nosotros como Iglesia le estamos dando por allí, por la conciencia de la gente, estamos en todas las lecturas invitándolos a cambiar, nuestro Estado de Guerrero tiene mucha violencia, es necesario que nos arrepintamos de las malas acciones que cometemos”, dijo
Afirmó que la única vía para que la violencia termine en estos días es el “arrepentimiento, debemos reconciliarnos los unos con los otros y mandar bendiciones a las autoridades para que cumplan con su trabajo, que es guardar el orden”.
Aseguró que el papel de la Iglesia Católica, ante la situación violenta en la entidad, es únicamente el de en las homilías, que es la explicación de la palabra de Jesucristo, hacer oraciones que indiquen que se debe acabar con la violencia, exhortar a las personas al arrepentimiento “también las personas que actúan mal, que cometen delitos graves se deben arrepentir, son las que deben sentirse más comprometidas con cambiar”, refirió.
Zavala Castro dijo que no es su papel como parte de la Iglesia juzgar si el gobierno hace bien o mal su papel ante el combate del crimen organizado y los delitos del orden común, pero consideró que: “hay preocupación de los gobiernos por establecer la paz, a veces le falla a uno, como a todos nos falla, a veces no le atinamos, pero pienso que si hay interés y deseos de establecer la paz”. (Abel Miranda Ayala)
inmiscuido en las filas de la delincuencia, “el llamado es para aquellos que tienen planes de quitarle la vida a otros, llamamos a que cambien sus planes y se reconcilien con las enseñanzas de la Iglesia”.
El religioso, consideró que el nuevo brote de violencia que se percibe en la entidad obedece a un fenómeno mundial, por lo que no es exclusivo de Guerrero y las autoridades para afrontarlo “han hecho lo que han podido, todos fallamos como seres humanos”.
“La violencia está en todo el mundo, de manera especial en algunas naciones, como en México, y nosotros como Iglesia le estamos dando por allí, por la conciencia de la gente, estamos en todas las lecturas invitándolos a cambiar, nuestro Estado de Guerrero tiene mucha violencia, es necesario que nos arrepintamos de las malas acciones que cometemos”, dijo
Afirmó que la única vía para que la violencia termine en estos días es el “arrepentimiento, debemos reconciliarnos los unos con los otros y mandar bendiciones a las autoridades para que cumplan con su trabajo, que es guardar el orden”.
Aseguró que el papel de la Iglesia Católica, ante la situación violenta en la entidad, es únicamente el de en las homilías, que es la explicación de la palabra de Jesucristo, hacer oraciones que indiquen que se debe acabar con la violencia, exhortar a las personas al arrepentimiento “también las personas que actúan mal, que cometen delitos graves se deben arrepentir, son las que deben sentirse más comprometidas con cambiar”, refirió.
Zavala Castro dijo que no es su papel como parte de la Iglesia juzgar si el gobierno hace bien o mal su papel ante el combate del crimen organizado y los delitos del orden común, pero consideró que: “hay preocupación de los gobiernos por establecer la paz, a veces le falla a uno, como a todos nos falla, a veces no le atinamos, pero pienso que si hay interés y deseos de establecer la paz”. (Abel Miranda Ayala)
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