Se deteriora por tacañería una obra pictórica en el Congreso

La falta de mantenimiento, el exceso de humedad y la negativa de invertir 100 mil pesos en restauración y tratamiento, mantienen al borde de la destrucción en el interior del Congreso del Estado, 74 obras pictóricas del artista plástico, Bernardo Rosendo Ponce, que fueron elaboradas con una técnica
milenaria similar a la que se utiliza en las cajas de Olinalá. El propio artista indicó que hace más de tres años presentó una propuesta al Congreso del Estado para se trabajara en la restauración de las obras que se encuentran colocadas en la sala José Francisco Ruiz Massieu misma que hasta hace algunos años se conocía como el salón de los próceres, justamente por albergar ahí las pinturas que son retratos de próceres mexicanos que van desde la época prehispánica, la Independencia y la Revolución. El artista indicó que lamentablemente cuando esa obra se realizó, no había materiales para proteger la laca, como los que existen actualmente, “la propuesta que presenté al Congreso es que se retirara toda la laca dañada, se les colocara nueva y después una película protectora, en lo que se invertirían unos 100 mil pesos para restaurar los 74 cuadros, ello tomando en cuenta que por el deterioro algunos tendrían que ser sustituidos”. La técnica de Bernardo Rosendo ha sido reconocida porque conserva raíces prehispánicas tanto en materiales como herramientas que utiliza, pues la laca es elaborada a base de resinas naturales, pigmentos de árboles y piedras, lo que le dan la textura y colores. Asimismo, los pinceles no son más que agujas o espinas de huizache, una planta que abunda en Olinalá, lugar donde el artista plástico mantiene su taller. Para elaborar un cuadro, se coloca una mascarilla, después se pone una base completa de laca y usando sólo sus dedos y espinas de huizache, se hace el tallado para dar forma y textura a los retratos, relató el pintor. A la fecha, al menos 20 de los 74 cuadros que integran esta colección original, se encuentran con desprendimiento de laca en diversos grados, lo que provoca un daño irreparable mismo que va avanzando hasta que queda completamente destruida la obra. Y es que la laca es una especie de película que se coloca fresca sobre la madera y al secarse se adhiere a ella, por lo que cuando existe algún desprendimiento, se introduce por ahí el aire mismo que poco a poco va separando la laca de la madera, sin embargo existe la posibilidad de hacer una restauración si se quita la laca que ya esté desprendida y se le añade laca nueva del mismo color, además se les coloca una película protectora que evita nuevos daños. Los retratos de los próceres, fueron encargados al pintor Olinalteco en diversas etapas a partir de la construcción del actual edificio del Congreso del Estado, cuando era presidente de la Comisión de Gobierno Florencio Salazar Adame. Incluso, el político quedó tan complacido con dicha colección de retratos que después, ya como Secretario de la Reforma Agraria, encargó nuevos trabajos al mismo pintor guerrerense y aún se exhiben en el vestíbulo de esa dependencia federal, en la Ciudad de México. La galería de cuadros que originalmente contenía sólo 36 obras, fue la causa por la que, inicialmente, a la sala que los alberga se le impusiera el nombre de “Sala de los Próceres”, sin embargo por motivos políticos, el nombre fue cambiado por el del finado ex gobernador, José Francisco Ruiz Massieu. (Abel Miranda Ayala)

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