Pérdidas totales tuvieron tablajeros por escándalo del clembuterol: Díaz
El escándalo generado por la intoxicación de varios policías del estado por el consumo de hígado de res encebollado contaminado por clembuterol y el cierre del Rastro al sacrificio de ganado vacuno, provoco a los tablajeros del mercado central “Baltasar R. Leyva Mancilla” un desplome en sus ventas de
septiembre a noviembre del año pasado a grado tal que algunos de ellos se vieron en la necesidad de despedir a algunos de sus trabajadores. Afortunadamente, los tablajeros pudieron recuperarse en el mes de diciembre, aunque en los cuatro meses anteriores las pérdidas fueron totales reveló la presidenta de la Unión de Tablajeros del mercado central, Roselia Díaz Dircio, quien destacó que durante esos días, aun cuando fueran de buena calidad y no estuvieran contaminados por clembuterol, hígados enteros eran tirados, lo cual representaba una fuerte pérdida económica. Asimismo, reiteró que en la carne contaminada por clembuterol los tablajeros no tuvieron nada que ver porque antes de ser sacrificadas en el Rastro, las reses tienen que pasar por una verificación. Además también deslindó a los proveedores —propietarios de ranchos— locales, ya que los hígados de res contaminados con clembuterol detectados en septiembre del año pasado, que fue lo que generó el escándalo, correspondieron a ganado que llegó del estado de Morelos. Señaló que son 70 los carniceros aglutinados en la Unión de Tablajeros del Mercado Central “Baltasar R. Leyva Mancilla”, los que resintieron la crisis de septiembre a noviembre del año pasado: “Muchos tuvimos pérdidas totales porque no sólo no se vendía el hígado, no se vendía nada”. Nada más para ejemplificar el nivel de las pérdidas que tuvieron durante ese tiempo, Díaz Dircio comentó que durante los días de quincena se sacrifican alrededor de 30 reses y en los intermedios se sacrifican 17 y todos los hígados de esos animales se tiraba. Afortunadamente, dijo a partir de diciembre el público consumir recuperó la confianza y comenzó a compra de manera normal tanto la carne de res como el hígado. Ahora, mencionó, además de que hay el compromiso de los tablajeros de vender carne de buena calidad, la Secretaría de Salud y Sagarpa mantienen bajo una estricta vigilancia tanto a carniceros como a los proveedores, los cuales todos son de Guerrero y ya no se permite la entrada de ganado de otros estados a menos que venga con su respectivo certificado en el que se indique que está libre de clembuterol. (Baltazar Jiménez Rosales)
septiembre a noviembre del año pasado a grado tal que algunos de ellos se vieron en la necesidad de despedir a algunos de sus trabajadores. Afortunadamente, los tablajeros pudieron recuperarse en el mes de diciembre, aunque en los cuatro meses anteriores las pérdidas fueron totales reveló la presidenta de la Unión de Tablajeros del mercado central, Roselia Díaz Dircio, quien destacó que durante esos días, aun cuando fueran de buena calidad y no estuvieran contaminados por clembuterol, hígados enteros eran tirados, lo cual representaba una fuerte pérdida económica. Asimismo, reiteró que en la carne contaminada por clembuterol los tablajeros no tuvieron nada que ver porque antes de ser sacrificadas en el Rastro, las reses tienen que pasar por una verificación. Además también deslindó a los proveedores —propietarios de ranchos— locales, ya que los hígados de res contaminados con clembuterol detectados en septiembre del año pasado, que fue lo que generó el escándalo, correspondieron a ganado que llegó del estado de Morelos. Señaló que son 70 los carniceros aglutinados en la Unión de Tablajeros del Mercado Central “Baltasar R. Leyva Mancilla”, los que resintieron la crisis de septiembre a noviembre del año pasado: “Muchos tuvimos pérdidas totales porque no sólo no se vendía el hígado, no se vendía nada”. Nada más para ejemplificar el nivel de las pérdidas que tuvieron durante ese tiempo, Díaz Dircio comentó que durante los días de quincena se sacrifican alrededor de 30 reses y en los intermedios se sacrifican 17 y todos los hígados de esos animales se tiraba. Afortunadamente, dijo a partir de diciembre el público consumir recuperó la confianza y comenzó a compra de manera normal tanto la carne de res como el hígado. Ahora, mencionó, además de que hay el compromiso de los tablajeros de vender carne de buena calidad, la Secretaría de Salud y Sagarpa mantienen bajo una estricta vigilancia tanto a carniceros como a los proveedores, los cuales todos son de Guerrero y ya no se permite la entrada de ganado de otros estados a menos que venga con su respectivo certificado en el que se indique que está libre de clembuterol. (Baltazar Jiménez Rosales)
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