No está en manos del gobierno estatal resolver tres demandas de Ayotzinapos

Independientemente de que el accionar de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, tiene un fondo político para tratar de desestabilizar al gobierno del estado, la realidad es que no está en manos de la administración gubernamental de Angel
Aguirre Rivero resolver tres de sus demandas porque responden a lineamientos federales que únicamente puede definir la Secretaría de Educación Pública (SEP). Fuera de eso, el 90 por ciento del pliego petitorio planteado por los estudiantes de Ayotzinapa ya fue atendido por el gobierno estatal, expresó el subsecretario para Asuntos Políticos de la Secretaría General de Gobierno, Víctor Aguirre Alcaine. El funcionario estatal mencionó que las únicas demandas que el gobierno de Angel Aguirre Rivero no ha podido ni podrá atender satisfactoriamente para la causa de los normalistas de Ayotzinapa, son las que se refieren a la disminución del promedio para poder ingresar a esa escuela normal, que aumente la matrícula y la entrega de plazas de manera automática a los egresados de esa institución. Pero además, mencionó en caso de que la Federación resolviera de forma positiva tales demandas, se generaría un problema con los alumnos de las demás escuelas normales de la entidad por el trato preferencial que se le daría a la de Ayotzinapa, lo cual no puede suceder En cuanto al problema de las plazas para maestros, Aguirre Alcaine señaló que el gobierno del estado busca la forma de obtener más espacios a través de convenios con los sindicatos. Respecto a un eventual cierre de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, el subsecretario de Asuntos Políticos aclaró que no está en el ánimo del gobierno del estado cerrar la institución, por el contrario, se han hecho insistentes llamados a los normalistas a reencauzar el diálogo por la armonía y la paz que necesita Guerrero: “ya mandamos señales pero están en su propia línea, y eso no es benéfico para el estado de Guerrero ni para ninguna de las partes involucradas”. Finalmente, Aguirre Alcaine expresó que sin duda alguna, detrás del movimiento de los normalistas de Ayotzinapa hay intereses políticos: “sin duda alguna no se descarta que haya intereses políticos, y esto no beneficia a ningún partido, a ningún actor político que en Guerrero se esté abonando a la descoordinación y a generar un clima de enfrentamiento entre posiciones”. (Baltazar Jiménez Rosales)

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