Exige López Rosas que no se politice el caso del desalojo y muerte de los dos ayotzinapos

El ex procurador general de justicia del Estado, Alberto López Rosas, pidió ayer que no se politice el caso del desalojo ocurrido el 12 de diciembre del año pasado el cual arrojó como saldo la muerte de dos estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de
Ayotzinapa, y de un empleado de la gasolinera, deslindó de la autoría de este asunto al ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, al diputado federal perredista Armando Ríos Piter y otros actores políticos y exigió una reconstrucción de los hechos con todos los elementos que tienen que participar en ella. Al participar como invitado especial en la sesión del Grupo Cuicalli, encabezado por el empresario capitalino Adolfo Chávez Romero, afirmó además que la Federación, con la ayuda de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pretende avasallar al estado y sus instituciones y calificó el informe preliminar de este organismo como parcial ya que pretende proteger a la Policía Federal. Asimismo, en su intervención López Rosas llamó a los normalistas de Ayotzinapa a que respeten el compromiso que tienen con la verdad porque ellos saben quién disparó, saben de dónde provino la agresión. En este punto, el también ex alcalde de Acapulco se auxilió de videos que obran en su poder para señalar que quienes dispararon en contra de los normalistas fueron los elementos de la Policía Federal que estaban encapuchados y que posteriormente comenzaron a levantar los casquillos. Dijo asimismo —y se observa en uno de los videos— que el estudiante normalista que cae muerto en el carril norte-sur —rumbo a Acapulco— su caída precisamente es en el sentido de la vía y cuando sus compañeros se dan cuenta de esto tratan de llevárselo, pero ante los balazos sólo lo atraviesan y lo abandonan en ese lugar. Sin embargo, todos estos elementos no fueron tomados en cuenta por la CNDH, que tampoco quiso tomar los testimonios de algunos testigos, pero sí otros que se conducen con vaguedad. Esto dijo, “no es un invento mío, no es una irresponsabilidad de mi parte y expresó: “no acuso, presumo, estoy convencido de que se está protegiendo a una corporación”. Acto seguido, el ex procurador deslindó una vez más a los agentes de la Policía Ministerial del Estado (PME), pues reiteró que no dispararon sus armas, aunque una vez más aseguró que la CNDH se niega a tomar en cuenta los elementos de prueba que aporta. Al cuestionársele acerca del rifle AK-47 que presuntamente le fue “sembrado” a un estudiante normalista, López Rosas mencionó que el día de los hechos, a eso de las 13:30 horas, el comandante regional de la PME le informa que se había detenido a una persona con un cargador de “Cuerno de Chivo” y que él mismo los había llevado al lugar en el que había escondido el arma, por lo que en ese mismo momento le ordenó que lo pusiera a disposición de la PGR. Respecto a este caso, López Rosas dijo que se enteró de que el rifle de alto poder había sido “sembrado”, pero hasta después de que ya se había separado del cargo de procurador. “Sería algo por lo que tendría que responder”, añadió. Asimismo, indicó que a pesar de que ha sido hostigado por la Procuraduría General de la República (PGR) no ha rehuido ningún citatorio pues dijo no tener ningún temor por la vía del derecho, aunque sí exigió respeto a la integridad física de su familia. Cuestionado respecto a que líderes de partidos de izquierda afirman que el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer e incluso el diputado federal Armando Ríos Piter, entre otros, están detrás de este asunto para tratar de desestabilizar al gobierno de Angel Aguirre, no quiso imputarle la autoría de este problema a nadie en lo particular y lo único que demandó es que se lleve a cabo una investigación seria estrictamente jurídica y que el caso no se politice. Finalmente reiteró su exigencia de que se lleve a cabo una reconstrucción de los hechos con todos los elementos que tienen que intervenir en ella. (Baltazar Jiménez Rosales)

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