Valiente jovencita exige que no liberen a un profesor que, asegura, la ultrajó

Un profesor de educación física, que está preso porque hace un año, presuntamente, violó sexualmente a una de sus alumnas, en las instalaciones de la Escuela Secundaria Técnica número 57 “Benito Juárez García” ubicada en la cabecera del municipio de Copalillo, podría ser liberado mediante argucias
legales y tráfico de influencias en la Tercera Sala Penal, del Tribunal Superior de Justicia estatal, donde se ventilan dos apelaciones a la sentencia de nueve años de prisión que se le habían dictado.
Quien ayer denunció públicamente su temor de que el presunto degenerado sea puesto en libertad es, nada menos que quien dice ser su víctima, Gabriela Gutiérrez Díaz.
Gabriela relató a los medios de comunicación que por sus buenas calificaciones en la secundaria, fue seleccionada como integrante de la escolta, y que unos días antes de que se realizara el desfile del Día de la Bandera, el profesor de educación física, Marco Antonio Obispo García, llamó a las seis integrantes a la casa que habita en los terrenos de la propia escuela para entregarles los guantes y zapatos del uniforme.
Ya en su vivienda, se ocupó de ir entregando las prendas a uno por uno de los integrantes de la escolta, previendo dejar al último a Gabriela, y cuando se quedó solo con ella, le pidió que esperara un momento, cerró la puerta, le entregó sus prendas del uniforme y enseguida la arrastró a un dormitorio y la violó, afirma la muchacha.
Gabriela agregó en su pública denuncia que, una vez consumado el delito, el profesor Obispo García la amenazó, advirtiéndole que su lo denunciaba mataría a los padres de ella.
La violación habría ocurrido el dos de febrero, y fue hasta el 23 del mismo mes cuando ella decidió a contarle todo a sus papás, el 26 de febrero se puso la denuncia, días después se liberó orden de aprehensión, y el siete de marzo se le dictó auto de formal prisión.
La jovencita que, a la fecha, ha afrontado más de 15 careos, con diversos “testigo” ofrecidos por la defensa del detenido, y nunca ha cambiado (ella) su versión de los hechos, pese a que quienes defienden al maestro, aseguran que el profesor gozaba de buena reputación y que no lo creían capaz de tal atrocidad.
Incluso el ex director de esa escuela, Doroteo Gutiérrez Castro, quien resulta ser padre de la joven agraviada, indicó que él mismo creyó siempre que Marco Antonio Obispo García, era una buena persona, pero está convencido de que su hija no miente y exige se aplique la justicia con todo el rigor posible.
El caso fue ventilado por la Juez, Leonor Arroyo Mujica, quien sentenció al presunto violador a purgar nueve años de prisión y al pago de una multa de cien días de salario mínimo.
Sin embargo la sentencia fue apelada tanto por el Ministerio Público como por la defensa del reo, por lo cual el expediente fue turnado a la Tercera Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia estatal, donde el Magistrado Félix Nava declaró que hay inconsistencias y ordenó la reposición del procedimiento.
Debido a eso se han tenido que reponer pruebas, declaraciones, testimonios, y careos, sin embargo la propia defensa canceló un careo que se había previsto entre el agresor y la agraviada, a pesar de que la joven se presentó y estaba dispuesta a verlo a la cara y repetir lo que ha señalado que se aprovechó de su fuerza, para someterla y abusar de ella.
Ante tal circunstancia los familiares de la jovencita, hicieron un llamado al Gobernador, al Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y a organismos de derechos humanos y a la sociedad en general a que no permitan que se cometa un absurdo legal y se libere a este (presunto) violador, “hoy estoy aquí dando la cara por muchas mujeres que no se atreven a denunciar cuando son víctimas de este tipo de actos”, concluyó Gabriela, quien en todo momento estuvo acompañada por su padre, Doroteo Gutiérrez Castro. (Abel Miranda Ayala)

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