Transportistas están hasta el gorro por los desmanes de los “Ayotzis”

Transportistas organizados de Chilpancingo, lamentaron que en el desalojo de normalistas de Ayotzinapa ocurrido el pasado 12 de diciembre hayan perdido la vida dos jóvenes, sin embargo consideraron que ese triste incidente no debe convertirse en un detonante de anarquía en la ciudad, por
lo que demandaron acciones urgentes para garantizar que no se sigan tapando calles y produciendo miedo entre la población que mucho daño le causa a la economía local.
El taxista, Víctor Manuel García Hernández, indicó que los bloqueos le causan perdidas incuantificables al transporte, pues los vehículos se atoran y tardan el doble o triple de lo que deberían en una dejada, “muchas veces somos los choferes los que tenemos que pagar los platos rotos pues la cuenta se tiene que entregar completa y por los bloqueos no se logra juntar”.
Por ello hicieron un llamado al gobernador del Estado para que tome cartas en el asunto, “nosotros no sabemos si son justas o no sus demandas de los normalistas, sin embargo si sabemos que nos están afectando y el gobierno nada hace para resolver nuestros problemas”.
Adicionalmente al problema que representan los constantes bloqueos por las marchas, que en la semana pasada fueron prácticamente todos los días, indicaron que el gobierno ha retrasado la entrega de concesiones a transportistas, “nos encontramos con las manos atadas, pues si saliéramos a protestar a las calles contra las protestas, nos dañaríamos a nosotros mismos, entonces que nos queda por hacer más que pedirle sensibilidad al gobierno”.
Por su parte el también taxista Manuel Rodríguez Catalán sugirió que el gobierno tenga una actitud más enérgica hacia los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, porque “les ha tolerado demasiado, no queremos que los desalojen o los golpeen, sino que valoren el daño que causan a la ciudad y en todo caso busquen alternativas, que los obliguen a estudiar, o que cierren esa escuela porque siempre me he preguntado si esos serán maestros adecuados para mi hijo”.
Coincidieron en que las afectaciones no sólo son para el transporte sino para todo tipo de negocios, empleados, alumnos de otras escuelas y para ellos mismos porque pasan semanas y semanas sin tener clases.
La señora Marisela Rendón se quejó de que este tipo de movilizaciones afecta a la ciudadanía en general porque le provoca llegar tarde a su empleo o a otros compromisos. Afirma que el derecho a protestar es legítimo, siempre y cuando se ejerza con respeto a los derechos de terceros, “nosotros no sabemos cómo se pueda resolver el problema pero es algo que el gobierno tiene que hacer ya porque no se puede permitir el secuestro de toda una ciudad por un grupo de jóvenes sin importar que sea lo que demanden”. (Abel Miranda Ayala)

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