Provocando caos con una marcha, repudian al director del CECyTEG

Maestros y personal administrativo de seis planteles del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado (CECyTEG), se manifestaron la mañana de este miércoles por las calles de la capital para exigir del gobierno estatal la destitución inmediata de Mauro García Medina, director
general de dicho colegio, al que acusan de pisotear los derechos de los trabajadores.
Los quejosos, en voz del prefecto, Víctor Alcaraz López, señalaron que el detonante para que los maestros salieran a tomar las calles de la capital trasladándose desde: Acapulco, Iguala, Chilapa, Filo de Caballos y Petatlán, es que en la quincena que se cobró este martes, se les hicieron descuentos de hasta siete días a cada empleado del subsistema, sin que haya justificación para hacerlo.
Comentaron que quizás el descuento sea por los días que una parte importante del personal se ausentó para participar en las Olimpiadas Académicas en la ciudad de Aguas Calientes, sin embargo para esa actividad hubo permiso de la autoridad e incluso fue el propio Mauro García Medina quien encabezó la delegación de Guerrero.
Además dijeron que hubo personas que no asistieron a esos eventos y también recibieron descuentos, lo que indica que fue un abuso de parte del área administrativa, “nos descontaron el equivalente a siete días de salario, imagínese, es media quincena, y en todo caso a una persona que no trabaja siete días la corren de inmediato”.
Además repudian que García Medica haya contratado un secretario privado, figura laboral que no existe en el organigrama del CECYTEG, y que ningún otro director había tenido, recayendo este cargo en su cuñado, Marco Antonio Tabares, quien más que secretario es su guarura, dicen.
Los quejosos fueron atendidos por el subsecretario de educación media superior y superior, Marcial Rodríguez Saldaña, sin embargo indicaron que con este mismo funcionario ya habían tratado el tema hace un par de meses y simplemente no se han cumplido las minutas de acuerdos, pues un punto que se dejó claro es que por nada se tocaría el salario de los empleados y fue lo primero que se hizo, descontarles siete días, a todos sin distinción. (Abel Miranda Ayala)

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