Ni persecución, ni revanchismo ni de cacería de brujas: CGE

Al trabajo que hace la Contraloría General del Estado no lo guía ningún ánimo de persecución ni de revanchismo ni de cacería de brujas, expresó categórico su titular, Julio César Hernández Martínez quien resaltó que las 18 inhabilitaciones que esta dependencia ha determinado contra igual número de
ex funcionarios públicos fueron resultado de auditorías realizadas en conjunto con la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública.
El contralor general del Estado respondió así a las declaraciones que el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo hizo el martes de esta semana en Acapulco, en las cuales además de denunciar persecución política por parte de la actual administración estatal anunció que procederá legalmente contra el propio Hernández Martínez.
Entrevistado en su despacho del palacio de gobierno, el funcionario estatal además de aclarar que al trabajo que realiza la dependencia a su cargo no lo mueve ningún ánimo de persecución ni de revanchismo ni de cacería de brujas, expresó que con su accionar, el ex gobernador Zeferino Torreblanca sólo muestra que está nervioso porque se han dado a conocer irregularidades que dejan ver que su gobierno no fue tan eficiente como él lo presumía y sobre la amenaza de que procederá penalmente en su contra, afirmó que el ex mandatario estatal ya es “un tehuacán sin gas”.
Expresó que las auditorías que dieron como resultado la inhabilitación de 18 ex funcionarios estatales de la administración gubernamental anterior —cinco primero y trece esta semana—, fueron realizadas de manera conjunta con la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública del gobierno federal.
Es más, puntualizó que a los ex funcionarios estatales inhabilitados, al iniciar las auditorías se les hicieron las observaciones y como no las solventaron se les inició el procedimiento administrativo correspondiente.
“En la Contraloría General del Estado nos guiamos por lo que señala la ley, no tenemos ningún ánimo de persecución ni de revanchismo ni de cacería de brujas. Nos ajustamos a lo que dice la ley, combatir la corrupción en Guerrero, la cultura de la impunidad”, señaló.
En este punto, Hernández Martínez remarcó que lo que quiere el ex gobernador es precisamente que la Contraloría General del Estado deje de actuar, que no cumpla con su cometido, ya que “lo que él quiere es impunidad y que nosotros nos hagamos a un lado”.
Indicó que la instrucción del gobernador Angel Aguirre Rivero al inicio de su gobierno es que se actuara en el marco de la ley, que se revisara el estado de la administración pública y que para ello se practicaran auditorías y que se iniciaran los procedimientos administrativos en caso de que hubiera irregularidades, pero con apego a la ley.
Las inhabilitaciones de los 18 ex funcionarios no son producto de inventos, sino de un trabajo árduo y técnicamente sólido y, por lo tanto, soportan las revisiones de cualquier instancia, fundamentalmente de la justicia federal, reiteró.
Es más, el contralor general del estado, afirmó que antes de que concluyera la administración gubernamental de Zeferino Torreblanca Galindo tanto la Auditoría Superior de la Federación como la Secretaría de la Función Pública ya tenían trabajo adelantado e incluso ya le habían hecho a Zeferino Torreblanca decenas de observaciones.
Por lo anterior, expresó: “que Zeferino Torreblanca no se haga el sorprendido de que no conocía, porque ahí está la información; ya le habían informado de las irregularidades que había en su administración. Le notificaron antes de que llegara Angel Aguirre”.
En cuanto a la amenaza acerca de que procederá legalmente en su contra, Hernández Martínez apunto: “Zeferino ya está actuando con formas de hacer políticas caducas, es un político caduco, es un tehuacán sin gas; está muy nervioso, está amenazando y está bien que lo haga, porque yo soy abogado y me se defender y nos vamos a ver las caras donde quiera, pero voy a defender mi postura porque está sustentada en la ley, en resultados de auditorías y en procedimientos administrativos.
El contralor general del estado afirmó: “aquí estamos, no me temblará la mano para seguir actuando, porque lo que Zeferino quiere es impunidad, pero él que se dice contador debió haber puesto orden en su administración y no lamentarse de lo que está pasando.
Finalmente advirtió que si derivado del trabajo realizado por la Contraloría es necesario llamar a cuentas a Zeferino Torreblanca, se hará. (Baltazar Jiménez Rosales)

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