Los “Ayotzis” tomaron cinco radiodifusoras pa’ protestar
Alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, tomaron las cabinas de transmisión de cinco radiodifusoras de esta capital, para a través de su señal, enviar al gobernador una solicitud de audiencia con carácter resolutivo a diversos planteamientos que tienen.
Los normalistas llegaron a Chilpancingo alrededor de las once de la mañana a bordo de autobuses de líneas de autotransporte que mantiene retenidos, y se dividieron en grupos para acudir a las diversas estaciones radiofónicas y apoderarse de los micrófonos por casi dos horas en las que se expresaron además de las peticiones al gobierno, lo cerrado que se encuentran los espacios para hacer las denuncias de protesta.
Los normalistas que para su acción se presentaron cubiertos de la cara, se posesionaron de las cabinas de Radio universidad; Radio y Televisión de Guerrero; ABC Radio; Capital Máxima, y la Ké Buena, y desde ahí transmitieron todas sus demandas, en las que la principal es que el gobernador les asigne fecha para una audiencia.
Se quejaron de que por dos veces consecutivas les han cancelado una cita, con el gobernador, ayer fue la segunda y les dijeron que los atendería Silvia Romero Suárez, titular de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG)”.
Empero los estudiantes rechazaron reunirse con Romero Suárez “no nos resuelve nada, ya que fue el propio Aguirre Rivero se comprometió personalmente a resolver nuestras demandas”, insistió otro de los dirigentes.
Los normalistas demandan la aplicación del promedio mínimo de siete para los alumnos de nuevo ingreso “ahorita se pide una calificación de ocho, pero en otras normales rurales incluso se acepta un promedio de seis, y por eso proponemos que sea siete para que puedan ingresar más alumnos”.
Otras demandas son, el aumento de la matrícula de 140 a 170 alumnos, así como el otorgamiento de plazas a los egresados “en este punto el gobernador se había comprometido a otorgar el total de las plazas, apenas se otorgaron 58, pero faltan otras 30 plazas”.
La toma a las instalaciones concluyó sin contratiempos, y los normalistas retornaron al plantel ubicado en las inmediaciones de Tixtla, a bordo de los camiones. (Abel Miranda Ayala)
Los normalistas llegaron a Chilpancingo alrededor de las once de la mañana a bordo de autobuses de líneas de autotransporte que mantiene retenidos, y se dividieron en grupos para acudir a las diversas estaciones radiofónicas y apoderarse de los micrófonos por casi dos horas en las que se expresaron además de las peticiones al gobierno, lo cerrado que se encuentran los espacios para hacer las denuncias de protesta.
Los normalistas que para su acción se presentaron cubiertos de la cara, se posesionaron de las cabinas de Radio universidad; Radio y Televisión de Guerrero; ABC Radio; Capital Máxima, y la Ké Buena, y desde ahí transmitieron todas sus demandas, en las que la principal es que el gobernador les asigne fecha para una audiencia.
Se quejaron de que por dos veces consecutivas les han cancelado una cita, con el gobernador, ayer fue la segunda y les dijeron que los atendería Silvia Romero Suárez, titular de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG)”.
Empero los estudiantes rechazaron reunirse con Romero Suárez “no nos resuelve nada, ya que fue el propio Aguirre Rivero se comprometió personalmente a resolver nuestras demandas”, insistió otro de los dirigentes.
Los normalistas demandan la aplicación del promedio mínimo de siete para los alumnos de nuevo ingreso “ahorita se pide una calificación de ocho, pero en otras normales rurales incluso se acepta un promedio de seis, y por eso proponemos que sea siete para que puedan ingresar más alumnos”.
Otras demandas son, el aumento de la matrícula de 140 a 170 alumnos, así como el otorgamiento de plazas a los egresados “en este punto el gobernador se había comprometido a otorgar el total de las plazas, apenas se otorgaron 58, pero faltan otras 30 plazas”.
La toma a las instalaciones concluyó sin contratiempos, y los normalistas retornaron al plantel ubicado en las inmediaciones de Tixtla, a bordo de los camiones. (Abel Miranda Ayala)
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