La Humildad

Por: Popo Astudillo Méndez

Hace unos días, un comentarista de televisión decía que el mejor futbolista de todos los tiempos ha sido el argentino Diego Armando Maradona, no pretendo abonarle a la polémica; pero si, dar mi muy personal punto de vista, y destaco en este artículo un atributo muy grande de Edson Arantes Do
Nascimento “Pelé”; la humildad, don que este gran futbolista poseía, y que la tiene en grandes cantidades hasta la fecha. A sus escasos 14 años, forma parte del cuadro titular del equipo Santos de Brasil, y a los 17 años, debuta en el Mundial de Fútbol celebrado en Suecia, en donde consiguió tres goles siendo la figura de esos tiempos. En la final de Suecia, cuando el nazareno silba el final del encuentro, Pelé la vista y brazos al cielo y rompe en llanto; sus gestos y lágrimas son a la vez mezcla de alegría y agradecimiento al altísimo, en tanto es cargado en hombros por sus compañeros.
Crea firmemente que la humildad se trae ya en los genes; a mis años así lo he comprobado; la humildad no es una cosa que se adquiera en el tendajón de la esquina, lo escribo con pesar, porqué no comentarlo. Para quienes entrenan niños tienen una excelente oportunidad de inculcarles, enseñarles, mostrarles; lo que es la humildad, para que el día de mañana, los mismos sean unos adultos más completos en toda la extensión de la palabra, puesto que el fútbol, también es cultura, también es educación; la humildad es la madre de todos los hemiciclos, instructor ó entrenador hablan a sus pupílos, díganles que Pelé fue grande porque fue humilde; existen vídeos de los partidos en que participó este gran personaje, y en ninguno llega a cometer alguna infracción al reglamento, al contrario, él si sufrió en carne propia entradas con mucha alevosía; en cuanto de reclamarle al árbitro mucho menos, él si fue un auténtico caballero de las canchas.
Recientemente sancioné un encuentro y por suerte el partido no era de edad libre, como en su inmensa mayoría se programan en las llamadas ligas de fútbol, que dicho sea de paso se han multiplicado como las arenas del desierto, este encuentro fue de auténtica primera fuerza, como en antaño, ¡identificábamos!; los participantes, puros jovencitos que por su edad, bien podrían ser mis hijos; todos con grandes cualidades futboleras, pero también cargados de muchas mañanas, así que alternaban su gran técnica con piquetes a los ojos, codazos, golpes bajos y hasta simulando faltas; mientras marcaba las infracciones me decía para mis adentros: “aquí hace falta un futbolista, si, hace falta un futbolista humilde; y como Diógenes, buscarlo con una lámpara en plana luz del día.
No confundir esta cualidad con la pobreza, no, humildad y pobreza son conceptos que a través de los tiempos el ser humano los ha confundido, y se ha dicho que: “fulano de tal es humilde”, por el sólo hecho de traer vestimenta corriente ó hasta sucia, la humildad amigos míos, es una cualidad que el individuo trae en su interior, y que lo exterioriza con sus buenos actos, con su don de gentes. Nos leemos aquí amigos de Diario de Guerrero, en la próxima de la serie.

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