Heredó el gobierno de Angel Aguirre un sistema penitenciario en crisis: Orihuela
Debido a que la actual administración gubernamental que encabeza Angel Aguirre Rivero heredó un sistema penitenciario en crisis, el primer paso es dignificarlo con medidas tendientes a mejorar la operatividad de los 17 Centros de Readaptación Social (Ceresos) que hay en la entidad y con la
revisión de los programas “de trato y tratamiento” hacia los internos.
Cuestionado respecto al operativo que se montó en el penal de Las Cruces, en Acapulco, dentro del llamado “Operativo Guerrero Seguro”, hace precisamente un mes, el cual dio como resultado el traslado de 60 reos a penales de máxima seguridad, el subsecretario del Sistema Penitenciario de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil del estado, Miguel Angel Orihuela Hernández, señaló que precisamente es el inicio de la profesionalización que se debe de aplicar en los 17 penales de la entidad y fundamentalmente en los principales que son los de Acapulco, Chilpancingo e Iguala.
Hay que recordar que hace precisamente un mes, marinos y policías federales, estatales y ministeriales realizaron un operativo sorpresa en el penal de Las Cruces y decomisaron dos costales de mariguana, dos pavorreales, cien gallos de pelea, cien televisores, armas punzocortantes, detuvieron a 19 prostitutas y encontraron muchas irregularidades más, por las cuales el director de ese Cereso, Carlos Coronel Avitia, fue detenido junto con otros custodios.
En este sentido, Orihuela Hernández destacó que el interés del gobierno del estado que encabeza Angel Aguirre Rivero es justamente reestructurar todo el sistema penitenciario, desde los recursos humanos, capacitación de custodios y personal técnico y administrativo, los principales mandos y reforzar la infraestructura, el equipamiento.
Respecto a que si la situación ya está controlada en el penal de Acapulco, en donde incluso se dijo que había un “autogobierno” entre los reos, el funcionario estatal mencionó que tanto en el Cereso de Las Cruces como en los demás penales de la entidad es el gobierno del estado el que tiene el control.
Mencionó que por la población carcelaria que tienen, los penales de Acapulco, Chilpancingo e Iguala son los que presentan mayores problemas, pero nada fuera de control, mientras que el resto a pesar de que no cuentan con la infraestructura requerida se tienen reuniones periódicas para solucionar la problemática que se presente con el fin de tener el control absoluto en las instalaciones.
Orihuela Hernández reconoció asimismo que en los penales de Guerrero hay una sobrepoblación de entre un 30 y 35 por ciento ya que mientras que las cárceles fueron construidas para una capacidad global de aproximadamente 3 mil 800 presos, actualmente hay 5 mil 300 reos, lo cual es delicado “tomando en cuenta el incremento de las conductas antisociales principalmente entre las personas que están sujetas a proceso, además del aumento de presos del fuero federal a raíz de la ola de violencia que se registra en la entidad desde hace varios años.
Asimismo, mencionó que más que la construcción de un penal de máxima seguridad en la entidad, lo que realmente se requiere es la creación de un Centro de Reinserción Social exclusivo para sentenciados con una debida clasificación de los internos y manejar de manera separada a los que están sujetos a proceso es decir que todavía están en calidad de “presuntos inocentes”. (Baltazar Jiménez Rosales)
revisión de los programas “de trato y tratamiento” hacia los internos.
Cuestionado respecto al operativo que se montó en el penal de Las Cruces, en Acapulco, dentro del llamado “Operativo Guerrero Seguro”, hace precisamente un mes, el cual dio como resultado el traslado de 60 reos a penales de máxima seguridad, el subsecretario del Sistema Penitenciario de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil del estado, Miguel Angel Orihuela Hernández, señaló que precisamente es el inicio de la profesionalización que se debe de aplicar en los 17 penales de la entidad y fundamentalmente en los principales que son los de Acapulco, Chilpancingo e Iguala.
Hay que recordar que hace precisamente un mes, marinos y policías federales, estatales y ministeriales realizaron un operativo sorpresa en el penal de Las Cruces y decomisaron dos costales de mariguana, dos pavorreales, cien gallos de pelea, cien televisores, armas punzocortantes, detuvieron a 19 prostitutas y encontraron muchas irregularidades más, por las cuales el director de ese Cereso, Carlos Coronel Avitia, fue detenido junto con otros custodios.
En este sentido, Orihuela Hernández destacó que el interés del gobierno del estado que encabeza Angel Aguirre Rivero es justamente reestructurar todo el sistema penitenciario, desde los recursos humanos, capacitación de custodios y personal técnico y administrativo, los principales mandos y reforzar la infraestructura, el equipamiento.
Respecto a que si la situación ya está controlada en el penal de Acapulco, en donde incluso se dijo que había un “autogobierno” entre los reos, el funcionario estatal mencionó que tanto en el Cereso de Las Cruces como en los demás penales de la entidad es el gobierno del estado el que tiene el control.
Mencionó que por la población carcelaria que tienen, los penales de Acapulco, Chilpancingo e Iguala son los que presentan mayores problemas, pero nada fuera de control, mientras que el resto a pesar de que no cuentan con la infraestructura requerida se tienen reuniones periódicas para solucionar la problemática que se presente con el fin de tener el control absoluto en las instalaciones.
Orihuela Hernández reconoció asimismo que en los penales de Guerrero hay una sobrepoblación de entre un 30 y 35 por ciento ya que mientras que las cárceles fueron construidas para una capacidad global de aproximadamente 3 mil 800 presos, actualmente hay 5 mil 300 reos, lo cual es delicado “tomando en cuenta el incremento de las conductas antisociales principalmente entre las personas que están sujetas a proceso, además del aumento de presos del fuero federal a raíz de la ola de violencia que se registra en la entidad desde hace varios años.
Asimismo, mencionó que más que la construcción de un penal de máxima seguridad en la entidad, lo que realmente se requiere es la creación de un Centro de Reinserción Social exclusivo para sentenciados con una debida clasificación de los internos y manejar de manera separada a los que están sujetos a proceso es decir que todavía están en calidad de “presuntos inocentes”. (Baltazar Jiménez Rosales)
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