ATRÁS DE LA RAYA

Por: Heliodoro Cerros Flores


Los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa ¿IBAN A LA GUERRA?
Las bombas MOLOTOV ¿SON ARMAS MORTALES?
El intento de incendiar la gasolinera ¿ES UN ACTO TERRORISTA?

El secuestro o robo de autobuses ¿ES UN DELITO?
¿En la marcha de hoy se demandará también castigo para quienes provocaron el incendio en la bomba de gasolina que mantiene al borde de la muerte a Gonzalo Miguel Rivas Cámara y a Nicolás Rodríguez Salgado por las graves quemaduras que sufren?
Sin ninguna duda que son condenables y se rechazan de manera tajante los hechos de violencia que provocaron la muerte de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, y que se debe de castigar con todo el peso de la ley a los responsables de este hecho que enluta a familias guerrerenses, pero ¿LOS ESTUDIANTES IBAN A LA GUERRA?
Los estudiantes de Ayotzinapa lo habían anunciado con toda anticipación “el gobierno de Ángel Aguirre sabrá lo que es una presión de alto nivel, más fuerte, porque no resuelve nuestras demandas”, palabras más, palabras menos, y con ese objetivo se apostaron frente a los accesos de la Autopista del Sol y la carretera federal, frente a las gasolineras del sur de la ciudad, el pasado lunes alrededor de las 10 de la mañana.
Los estudiantes de Ayotzinapa quisieron mostrar su fuerza y por eso un numeroso contingente tomo por asalto y bloqueó los accesos carreteros hasta que devino el enfrentamiento con los cuerpos policiacos en donde salieron a relucir las armas de fuego que privaron de la vida a los estudiantes y el uso de recipientes de gasolina que fue arrojada de manera irresponsable e irracional a una de las bombas de la gasolinera “Eva”, en un intento de hacer estallar el depósito, que contiene miles de litros del combustible, lo que no se logró porque una persona, arriesgando su propia vida, logró sofocar el incendio.
En si, el bloqueo de las carreteras ya no es una acción pacífica, ya se está cometiendo un delito porque se atenta contra las vías de comunicación y se afecta el derecho de terceros, pero todavía más, los estudiantes de Ayotzinapa deben de explicar si estaba entre sus planes repeler una agresión con bombas molotov, que preparan con embases de vidrio, gasolina y mechas, que portaban arriba de los autobuses que habían secuestrado con toda anticipación para su servicio, y si habrían medido las consecuencias de provocar la explosión de una de las gasolineras.
La verdad, todavía hay muchas cosas que deben de explicarse aunque los hechos de violencia que provocaron la muerte de los estudiantes de Ayotzinapa ya se preveía pero nadie se esperaba que alcanzara esas lamentables consecuencias, esto, porque el vandalismo, la violencia estudiantil, es algo consustancial, un sello que distingue a los miembros de esa normal rural y de esto dan fe todos los sectores de la sociedad guerrerense.
En los últimos años, los estudiantes de Ayotzinapa han hecho gala de la violencia “revolucionaria”, del vandalismo, de la arbitrariedad bajo el amparo del escudo de la impunidad que la mayoría de las veces les han brindado las propias autoridades, como lo prueba el secuestro de autobuses, el bloqueo de vialidades y daños a los bienes y propiedad privada, y por si fuera poco, también se recuerda el intento de hacer explotar varios tanques de gas cuando fueron desalojados de las instalaciones del Congreso del Estado. Una acción con tintes terroristas perpetrada hace no más de cuatro años.
De los hechos violentos del lunes, corresponderá a las autoridades esclarecerlos y castigar a los responsables, se debe aplicar la ley a todos los involucrados, nadie debe de quedar exento, todos deben de asumir su responsabilidad, los que dispararon las armas que privaron de la vida a los estudiantes, los que bloquearon las vías de comunicación y los que le prendieron fuego a una bomba de gasolina para hacer explotar ese expendio de combustibles.
Este día, diversas organizaciones, incluidas las de defensa de los derechos humanos, muchos “líderes”, de todo tipo, hasta “periodísticos”, que le quieren cobrar la factura al gobernador Ángel Aguirre Rivero, y centenas de estudiantes, saldrán a las calles para demandar ejemplar castigo contra quienes privaron de la vida a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Así como los marchistas y los familiares de los estudiantes fallecidos reclamaran justicia, también se espera, que en un acto de congruencia y solidaridad, se exija castigo contra quienes resulten responsables de incendiar e intentar hacer explotar la gasolinera “Eva” y de las graves quemaduras que sufren Gonzalo Miguel Rivas Cámara y Nicolás Rodríguez Salgado, que los tienen al borde la muerte, y a quienes también, es justo, se les debe hacer un reconocimiento por el acto heroico que protagonizaron y que evitó una tragedia de dimensiones incalculables… Veremos


Correo electrónico: cerrosfloresh@yahoo.com.mx

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