Revela PROFEPA que una mina de oro es explotada ilegalmente…¿y?

El delegado en Guerrero de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), Joel Tacuba García, reconoció que la empresa minera Media Luna, está operando y llevándose el oro de nuestra tierra sin tener aprobado algún estudio de impacto ambiental.

El funcionario indicó que la empresa minera presentó la solicitud de impacto ambiental, sin embargo le fue rechazada posteriormente solicitó una reconsideración, ofreciendo documentación complementaria, sin embargo de esta solicitud no se ha emitido un pronunciamiento, por lo que actualmente la minera Media Luna no cuenta con el estudio de impacto ambiental, que es necesario para su operación.
Cabe señalar que la minera Media Luna es filial del corporativo canadiense, Gold Corp, que en Guerrero también opera las minas que se encuentran en Mezcala y Carrizalillo, esta última considerada como la más grande de América Latina y en la que se calculan que existen reservas de cinco millones de onzas de oro.
La minera Media Luna reiteradamente ha sido señalada por opositores a la compañía canadiense, de estar vertiendo agua contaminada con arsénico en los cuerpos de agua, lo que habría contaminado los afluentes de los que se alimenta al ganado e incluso los que se usan para el consumo humano en las poblaciones aledañas como el ejido Real Limón.
La minera Media Luna se encuentra establecida en más de mil hectáreas de terreno del municipio de Cocula, desde el año 2003 cuando inició los trabajos de exploración con una inversión inicial de 640 mil dólares americanos.
En el estudio de impacto ambiental la minera debe exponer puntualmente la cantidad de tierras que ocupará, los árboles que serán derribados, los químicos que utilizará, y los controles que tendrá sobre ellos, y en consecuencia como repondrá todo el daño ecológico que representa la explotación, es decir que por cada árbol que derribé, la minera tiene obligación de plantar un número determinado de nuevas plantas y así en todos los aspectos estar garantizando que cada daño a la ecología sea reparado, sin embargo los documentos que presentó no han sido convincentes y por ello se les negó la autorización.
El delegado de la PROFEPA, indicó que para el caso de las mineras que pretenden instalarse en la zona de la costa Chica y Montaña, algunas ya hicieron su solicitud de impacto ambiental, otras no, pero es un hecho de que no podrían iniciar trabajos si no tiene ese documento además de el cambio de uso de suelo para los terrenos que actualmente se encuentran clasificados como de vocación forestal, que son prácticamente la totalidad o gran mayoría. (Abel Miranda Ayala)

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