Expone Villegas Arrizón situación real de la Universidad; persisten vicios, reconoce

Sin recursos económicos simplemente no habrá calidad educativa en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) expresó categórico el rector Ascencio Villegas Arrizón, quien nada más para poner un ejemplo de la situación financiera que vive la máxima casa de estudios apuntó que de los mil 500
millones de pesos de su presupuesto de este año, mil 361 millones de pesos fueron destinados para el pago de salarios, mientras que para poder completar lo respectivo a los aguinaldos de los trabajadores universitarios, se tendrá que tomar del gasto corriente.
Ayer, el rector de la UAG acudió como invitado especial a la sesión del Grupo Cuicalli, organización de la sociedad civil que es presidida por el empresario capitalino, Adolfo Chávez Romero, ante cuyos socios e invitados mencionó que a pesar de la situación financiera que atraviesa, es de las universidades más grandes del país con una población estudiantil de 66 mil alumnos de los cuales el 60 por ciento son del nivel medio superior.
Pero además, Villegas Arrizón no escondió los vicios que aún están arraigados en la Universidad, tales como el hostigamiento sexual de maestros hacia alumnas, “mordidas” para poder ingresar y para la acreditación de materias e incluso la mala preparación de clases por parte de catedráticos.
Antes, al darle la bienvenida a nombre del Grupo Cuicalli, el socio de esta organización de la sociedad civil, Marco Antonio Montero Catalán, mencionó la percepción que tiene la ciudadanía en cuanto a que en la UAG prevalece lo político sobre lo académico, “es decir, que el fin de la academia no se ha orientado a lograr la excelencia institucional, sino que se ha supeditado a la lucha periódica del poder interno, en detrimento de la calidad de la educación”.
Por lo mismo, le preguntó al rector de la UAG los avances que en materia educativa ha tenido durante su administración: “¿cuáles han sido las acciones y los resultados tangibles que nos permitan pensar que verdaderamente se está avanzando en este tema, cuando en múltiples ocasiones se sostiene que la falta de presupuesto es la principal limitante para transitar a una educación de calidad?”, cuestionó directamente.
En su oportunidad, Villegas Arrizón señaló que, efectivamente, del presupuesto que anualmente se le asigna a la UAG, la enorme mayoría va destinado al pago de salarios de los trabajadores.
En este sentido, precisó que de los mil 500 millones de pesos de presupuesto que tuvo este año, nada más para el pago de salarios se requirieron mil 361 millones de pesos, pero eso no esto, ya que al no completar lo correspondiente a los aguinaldos se tuvo que tomar de la partida destinada al gasto corriente de la UAG.
Pero además, la situación no parece que mejorará para la Universidad el próximo año, toda vez que el subsidio ordinario únicamente contempla mil 241 millones de pesos.
Entre las causas por las cuales la UAG se encuentra en esta situación financiera, el rector apuntó el hecho de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no reconozca la plantilla real de los trabajadores de la Universidad, el hecho de que no se trate a la Universidad de Guerrero igual que a otras del interior del país que son mucho más chicas y, por si fuera poco, a que los contratos colectivos de trabajo de ambos sindicatos universitarios —el de los docentes (STAUAG) y el de los administrativos y de Intendencia (STTAISUAG)— contengan clausulas “leoninas” que afectan a la institución.
En este sentido, indicó que a pesar de que en la UAG hay maestros de tiempo completo, contradictoriamente, la máxima casa de estudios de la entidad es de los últimos lugares en investigación científica a nivel nacional, pero además, no es posible que haya 250 trabajadores administrativos también con tiempo completo que no devenguen su salario. Estos problemas, mencionó, los heredó de administraciones anteriores.
Por si esto fuera poco, refirió, la UAG tendría que disponer de 500 millones de pesos únicamente para pagarle a ex trabajadores que entablan demandas laborales. A este respecto puso el ejemplo de una asistente que fue contratada en la administración de Florentino Cruz Ramírez y despedida en la anterior gestión rectoril, y a quien ahora se le deben siete millones de pesos.
Pero aún con todos estos problemas, destacó el rector Villegas Arrizón, la Universidad atiende a más de 66 mil estudiantes, de los cuales el 60 por ciento son de educación media superior, lo cual no hacen muchas universidades del interior del país, que únicamente cuentan con educación superior.
Asimismo, en el tema de los “rechazados”, comentó que mientras que la UNAM fue rechazado el 90 por ciento de los aspirantes, y en la Universidad de San Luis Potosí el 50 por ciento, en la UAG de los cerca de 10 mil estudiantes de nuevo ingreso fueron aceptadas las dos terceras partes.
Apuntó además que el compromiso de la UAG es entrar al consorcio de Universidades de buena calidad, lo cual está muy cerca de hacerse realidad si se toma en cuenta que por tercer año consecutivo recibirá un reconocimiento por parte de la SEP por tener al 90 por ciento de los estudiantes de nivel superior en programas de buena calidad.
En cuanto a los vicios de la UAG, muy a su pesar, Villegas Arrizón reconoció que aún se dan prácticas de acoso sexual a estudiantes y “mordidas” para ingresar a la institución y para acreditar materias, además de mala preparación de clases por parte de los catedráticos.
Al respecto precisó que según un estudio realizado, en la UAG se registra un 7.3 por ciento de acoso sexual, contra el 4 por ciento que se tenía en 1999; se da también un 5 por ciento de “mordidas” para ingresar; el 15 por ciento en “mordidas” para acreditar materias, el 38 por ciento de ausentismo en los maestros, y el 40 por ciento de presiones a estudiantes durante los procesos electorales. (Baltazar Jiménez Rosales)

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