Ayer entró en vigor la nueva Ley para el Desarrollo Rural Sustentable: ERS

Con la entrada en vigor —ayer— de la nueva Ley de Desarrollo Rural Sustentable, la distribución del presupuesto destinado al campo guerrerense deberá sujetarse a los lineamientos que la propia legislación contempla y, en ella, tendrán “mano” las organizaciones campesinas que integran el
Consejo para el Desarrollo Rural Sustentable.
Con un ejemplar del Periódico Oficial del gobierno del estado en la mano, Evencio Romero Sotelo, coordinador de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, recordó que la mencionada ley fue publicada en este órgano informativo el 21 de octubre pasado y como en su artículo transitorio la misma ley establece que entraría en vigor a los 30 días de su publicación, ayer se cumplió el plazo, por lo que ya está vigente y, por lo tanto, todas las políticas de desarrollo al campo guerrerense tienen que sujetarse a este ordenamiento.
Algo muy importante que contempla la Ley para el Desarrollo Rural Sustentable es que de aquí en adelante, la distribución del presupuesto ya no se hará al libre albedrío del gobierno del estado o del secretario de Desarrollo Rural en turno, no, a partir de ahora tendrá que ser consensado con las organizaciones sociales y campesinas que participan en el Consejo Estatal para el Desarrollo Rural Sustentable, que preside precisamente el secretario de Desarrollo Rural, Socorro Sofío Ramírez Hernández.
Y es que hasta ayer, por ley era el gobierno del estado el que determinaba libremente cómo y en qué se ejercían los recursos, pero hoy es todo lo contrario, las organizaciones sociales y campesinas tienen mano y pueden decidir, lo cual es (o se supone sea) garantía de que el presupuesto destinado al campo guerrerense se aplicará de manera transparente.
Lo anterior, debido a que ahora la nueva ley establece que el Consejo Estatal para el Desarrollo Rural Sustentable deberá estar integrado por el 50 por ciento de funcionarios de los 3 niveles de gobierno y el otro 50 por ciento por las organizaciones sociales y campesinas.
Asimismo, comentó que en la nueva Ley para el Desarrollo Rural Sustentable también se dispone que poco a poco vaya siendo eliminado el fertilizante químico que actualmente se distribuye entre los campesinos y paulatinamente se introduzca el abono orgánico y biofertilizante para no seguir matando la tierra.
Además, la nueva legislación ya establece esquemas de comercialización para que los productos del campo como el mango no se pudran en las huertas y otros como la Jamaica, entre otros no sean malbaratados y vendidos a los llamados “coyotes”. (Baltazar Jiménez Rosales)

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