Estudian al agua de la presa para poder usarla
La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach) realiza estudios en la presa del Cerrito Rico, para ver la posibilidad de utilizar el agua que ahí se almacena para el consumo humano, informó el director general de este organismo, Gerardo Nabor Ojeda de la Peña.
Paralelo a estos estudios en la presa del Cerrito Rico, informó el funcionario municipal, se realizan los proyectos técnicos correspondientes para la construcción de dos plantas tratadoras de aguas residuales: una en Amojileca y la otra en Tepechicotlán, bajo una inversión de alrededor de 6 millones de pesos, la mitad de los cuales aportará el gobierno de Japón.
En lo que corresponde a los trabajos que se llevan a cabo en la presa del Cerrito Rico, mencionó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya comenzó la rehabilitación tanto de la cortina como del “vertedor”.
Mientras tanto, la Capach mandó realizar estudios físico-químicos al agua almacenada en la presa para saber las condiciones en que se encuentra porque la idea es utilizarla para el consumo humano en la ciudad.
El proyecto que se tiene, mencionó, es construir un colector que vaya desde la presa hasta un terreno ubicado a la altura del Panteón “Nuevo”, para meter el agua a la ciudad.
Aunado a esto, también se realizarán estudios al subsuelo de la presa para ver la posibilidad de utilizarla como “vaso de almacenamiento”, toda vez que se sabe que en ese lugar hay una especie de “falla” que hace que el agua se filtre y por eso no tarda mucho tiempo almacenada.
Incluso, comentó Ojeda de la Peña, se ha pensado en impermeabilizar el “vaso” de la presa para evitar que el agua que ahí se almacena siga filtrándose pues la idea es que el vital líquido dure todo el año para que abastezca a Chilpancingo, lo cual resolvería en gran parte este problema.
Estas obras, añadió el funcionario municipal irían de la mano con otras que se realizarían en los asentamientos humanos aledaños a la presa —sobre todo en su parte superior— para evitar la contaminación del agua.
En cuanto a las plantas tratadoras de aguas negras de Tepechicotlán y Amojileca, mencionó que su construcción se realizará con recursos aportados por el gobierno de Japón y que serán ejercidos por la Conagua.
En estas dos obras, mencionó el Ayuntamiento ejercerá otros 3 millones 500 mil pesos para la construcción de los colectores en cada una de las comunidades. (Baltazar Jiménez Rosales)
Paralelo a estos estudios en la presa del Cerrito Rico, informó el funcionario municipal, se realizan los proyectos técnicos correspondientes para la construcción de dos plantas tratadoras de aguas residuales: una en Amojileca y la otra en Tepechicotlán, bajo una inversión de alrededor de 6 millones de pesos, la mitad de los cuales aportará el gobierno de Japón.
En lo que corresponde a los trabajos que se llevan a cabo en la presa del Cerrito Rico, mencionó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya comenzó la rehabilitación tanto de la cortina como del “vertedor”.
Mientras tanto, la Capach mandó realizar estudios físico-químicos al agua almacenada en la presa para saber las condiciones en que se encuentra porque la idea es utilizarla para el consumo humano en la ciudad.
El proyecto que se tiene, mencionó, es construir un colector que vaya desde la presa hasta un terreno ubicado a la altura del Panteón “Nuevo”, para meter el agua a la ciudad.
Aunado a esto, también se realizarán estudios al subsuelo de la presa para ver la posibilidad de utilizarla como “vaso de almacenamiento”, toda vez que se sabe que en ese lugar hay una especie de “falla” que hace que el agua se filtre y por eso no tarda mucho tiempo almacenada.
Incluso, comentó Ojeda de la Peña, se ha pensado en impermeabilizar el “vaso” de la presa para evitar que el agua que ahí se almacena siga filtrándose pues la idea es que el vital líquido dure todo el año para que abastezca a Chilpancingo, lo cual resolvería en gran parte este problema.
Estas obras, añadió el funcionario municipal irían de la mano con otras que se realizarían en los asentamientos humanos aledaños a la presa —sobre todo en su parte superior— para evitar la contaminación del agua.
En cuanto a las plantas tratadoras de aguas negras de Tepechicotlán y Amojileca, mencionó que su construcción se realizará con recursos aportados por el gobierno de Japón y que serán ejercidos por la Conagua.
En estas dos obras, mencionó el Ayuntamiento ejercerá otros 3 millones 500 mil pesos para la construcción de los colectores en cada una de las comunidades. (Baltazar Jiménez Rosales)
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