LAS COSAS COMO SON…

Por Tomás Benítez Cano

MAS CORRUPTELAS, AHORA EN EL PPS
Ahora salió a la luz pública que también el Plan de Previsión Social (PPS) fue alcanzado por la rapiña y la voracidad del gobierno zeferinista, por lo que los trabajadores, sobre todo del sector educativo, llevan más de seis años sin recibir esas prestaciones sociales a cabalidad.

Aunque siempre se había manejado de manera parcial, selectiva y con un alto grado de corrupción, el PPS tocó fondo en la administración de Zeferino Torreblanca Galindo al quedar prácticamente descapitalizado, debido a los desvíos millonarios de los recursos financieros y porque el gobierno del estado no le inyectó más de 650 millones de pesos que por ley le tocaba aportar al fideicomiso que lo administra.
Son tantos y cuantiosos los desfalcos financieros que dejó el anterior gobierno estatal perredista, que el saqueo del PPS no debiera ser tan impactante si no fuera por la complicidad de los propios dirigentes del SNTE, quienes a cambio de fuertes sumas de dinero no objetaron que se desviaran los recursos que llegaban de la federación, como tampoco exigieron que el gobierno zeferinista aportara lo que le correspondía.
Fue tan obvio el maridaje que existió entre la pasada administración estatal con el ex dirigente magisterial José Natividad Calixto y con el actual Emiliano Díaz Román, que nunca hubo el menor asome de fricciones o reclamos por parte del SNTE, no obstante que conocían perfectamente qué estaba sucediendo con el PPS puesto que forman parte del Consejo de Administración del mismo, además de tener una cartera dentro de su organigrama ex profeso para vigilar la buena marcha del referido programa.
Pero si en su momento no chistaron ni Calixto ni Emiliano, mucho menos el secretario del Plan de Previsión Social del SNTE, desde hace tres años, Otilio Valenzo Romero hizo algo al respecto, debido precisamente a que era parte de la corrupción, según los documentos que han hecho llegar a los medios de comunicación algunos trabajadores dolidos porque no hubo dinero para sus préstamos o porque no les dieron una tajada del botín.
De verdad que es indignante que los líderes magisteriales Calixto, Emiliano y Otilio, sobre todo estos dos últimos hayan cerrado los ojos y la boca ante tan vistosas irregularidades. Cómo no darse cuenta ni decir nada ante la falta de director del PPS durante los seis años del zeferinato; cómo no denunciar que el secretario de Administración y Finanzas de la SEG, Pasta Muñúzuri contrató una empresa de su yerno para que administrara el programa; cómo no movilizar a los trabajadores para evitar el desvío de los recursos para beneficiar sólo a funcionarios cercanos a Torreblanca; por qué nunca se alertó que la pasada administración estatal no depositó los recursos que por ley tenía que aportar a la capitalización del fideicomiso.
La respuesta a los anteriores cuestionamientos es tan obvia que es la misma que usted está pensando y la que dieron a conocer los documentos filtrados: los líderes magisteriales no denunciaron porque fueron altamente recompensados con millonarias sumas de dinero. Y si tomamos en cuenta el actual status de Calixto y Emiliano, las afirmaciones de los trabajadores adquieran mayor credibilidad, ya que el primero de un humilde profesor pasó a ser un prominente empresario (representado por sus vástagos) en el estado; mientras que el segundo, además de sus propiedades en inmuebles, ya tiene lleno el cochinito para la campaña que realizará en pro de la alcaldía igualteca.
Por su parte, Otilio, aunque su tajada no era igual a la de su jefe Emiliano, porque obviamente dependiendo del sapo así era la pedrada, también tiene su guardadito para comprar adeptos llegado el momento de renovarse la dirigencia del sindicato, sobre todo ahora que ya se dio cuenta que los cañonazos para el secretario general son más expansivos.
Por último, la quiebra del PPS también salpica al auditor general del estado Arturo Latabán López, quien fue el contralor de la SEG y no hizo ninguna observación sobre el tráfico de influencias en el que incurrió Pasta Muñúzuri al contratar a su yerno para que su empresa manejara a su antojo el PPS, como tampoco hizo nada sobre las desviaciones de los recursos financieros del mismo.
Total, que esta es otra más de las cochinadas que dejó el Zeferinato y que siguen impunes…

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