Acusan a dos vendedoras de chicles de robarse un celular

Dos menores de edad que se dedican a la venta de chicles en diferentes oficinas públicas de esta ciudad, fueron acusadas por un empleado de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), de haberle robado un costoso teléfono celular, las pequeñas fueron retenidas por policías municipales y llevadas a
la delegación de barandilla.
A las humildes niñas no les encontraron el celular y pese a eso, fueron señaladas por el burócrata de ser ellas, quienes tomaron de su escritorio el teléfono.
Las menores responden a los nombres de Adela Gálvez Sánchez de 12 años de edad, con domicilio en la calle Principal sin número de la colonia Linda Vista y Luz María Chávez Jerónimo de 16 años, domiciliada en la Barranca del Huaje Seco de la colonia San Rafael Oriente, ambas en esta ciudad.
El parte informativo de la Policía Municipal señala que ayer alrededor de las 12:30 horas, el empleado de la SEG, Rodolfo Alarcón González de 29 años de edad, originario y vecino de Chichihualco municipio de Leonardo Bravo, con domicilio en la calle San Gabriel número 37 de la colonia La Industria, solicitó el apoyo policial para detener a las menores.
El burócrata relató que se encontraba cumpliendo con su trabajo dentro de la oficina, cuando aparecieron las dos menores quienes le ofrecieron sus productos, pero justo cuando estas estaban cerca de su escritorio tuvo que llevar unos documentos a otra de las oficinas dejando sobre su escritorio su teléfono celular, marca Blackberry.
No tardó ni cinco minutos en regresar a su lugar y de inmediato se dio cuenta que su teléfono no estaba y las únicas personas que se habían acercado eran las dos menores.
De inmediato buscó el apoyo de una de sus compañeras, a quien le pidió le marcara de su teléfono a su número, escuchando que este sonaba y alcanzó a ver a las dos menores que se mostraban sospechosas y que de ahí surgía el sonido.
Temiendo meterse en problemas por detener a las menores, le pidió a su compañera retuviera a las menores pero cuando esto ocurrió solo estaba una, de la que después se supo responde al nombre de Luz María.
Dijo el agraviado que Luz María le dijo que su prima había sido la responsable de haber tomado el celular, por lo que de inmediato solicitó el apoyo de la policía, quienes llegaron rápidamente y se entrevistaron con el agraviado, dirigiéndose a las oficinas de al lado (SNTE) donde se encontraba Adela.
La menor fue revisada por una mujer policía y no le encontraron el teléfono, pero como había señalamiento directo del descuidado empleado, las menores fueron llevadas a la delegación de barandilla donde quedaron a disposición del juez calificador de turno.
El despistado agraviado se dirigió a la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común a formalizar su denuncia, pese a que a las menores no les encontraron nada estas podrían ser llevadas al Albergue Tutelar para Menores Infractores. (NOTYMAS)

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