MARIO MORENO CANTINFLAS A 100 AÑOS DE SU NATALICIO: JHJ.

Segunda de tres partes

Esta segunda parte, nos internaremos –dice don Juan Humberto Jaramillo-, consumado y analítico crítico taurino, en las profundidades más recónditas del gusto taurino de Mario Moreno “Cantinflas”, de quien conocí todos sus gustos y me interné en los recovecos de la fiesta brava en la concepción más pura del
personaje que logró a base de identificarse con el pueblo por su peculiar modo de hablar entrecortado, aunque su lenguaje ya está reconocido como “Cantinflear” en la Real Academia, y quien destacaba por usar los pantalones casi caídos, debajo de la cadera, camiseta de manga larga, corbata amarrada al cuello y su singular bigote, asegurando que fue el cómico más aplaudido e incluso el inglés Charles Chaplin, siempre reconoció a Cantinflas como el mejor del mundo.
Mario Moreno, fue un torero que llenó la plaza de toros México y en varios Estados de la República Mexicana, mencionando que un triunfo muy importante como ganadero fue en “El Toreo” el 6 de febrero de 1966, en donde el Maestro Joselito Huerta, indultó al toro “Espartaco”, cortándole simbólicamente las orejas y el rabo por trasteo memorable. Cantinflas, en sus interpretaciones denunciaba las desigualdades sociales y la insolidaridad, pero en la vida real realizaba obras caritativas y llegó a montar una oficina para los necesitados. Su personaje basó su comicidad en reacciones ingenuas, con una asombrosa naturalidad, y en sus personalísimos y desvariados monólogos, continuos, embarullados, inagotables, auténtico flujo del más delirante verbalismo que empezaba con inusitada fluidez y terminaba en balbuceos y galimatías ininteligibles, en interminable verborrea, mientras movía incansablemente su mano izquierda, para acompañar la insólita proliferación de sus muecas.
Obtuvo triunfos inobjetable con su Ganadería “Moreno Reyes Hermanos”, destacando su tauromaquia cantinflista, no cantinflesca –menciona Humberto Jaramillo-, ya que delante de las reses no se andaba con rodeos, fue un figurón del desfiguro taurino, y sin haber sido el inventor del toreo bufo, Cantinflas le imprimía siempre el valor y el gusto para estar en los terrenos del becerro o del novillo. El 12 de agosto de este 2011, Mario Moreno “Cantinflas” cumpliría 100 años de vida, mencionando que su padre don Pedro Moreno Esquivel, escribió detalles de sus 13 hijos, de los cuales nos refiere Humberto Jaramillo, únicamente le sobrevivieron 8, y nos DICE que Cantinflas a los 16 años para enrolarse en el ejército en 1927 tuvo que mentir para ser aceptado, pero su padre debido a una plaga de chauiztle –afecta al maíz-, fue por él al cuartel para aclarar que su hijo era menor de edad, y de ahí salió su famosa frase “ahí está el detalle”.
Siempre le gustó la fiesta brava, fue el mejor torero cómico del mundo, pero también tuvo gusto por el boxeo, el dominó, el béisbol y la cocina, y entre sus legados está que siempre trató de proteger al prójimo, de enseñar actuar con honradez, y algo muy importante, a nivel actoral su comicidad fue blanca, él nunca utilizo una majadería ó una grosería para hacer reír a la gente, al contrario, no le gustaba eso, sabía improvisar y tenía una gran facilidad de palabra. Cantinflas fue un fuera de serie, ya que al contrario de Charles Chaplin, el mimo mexicano no vivía obsesionado por su pobreza, y se permitía el lujo de compadecer a los ricachones. Mañana en la tercera y última parte, me dice don Juanito H. Jaramillo, cosas chuscas de Cantinflas y lo que este en un artículo dice en relación a los toros, lo que estos dirían si pudieran hablar……no se pierdan la última parte de esta interesante vida de don Mario Moreno “Cantinflas”, a quien no pude conocer, pero tengo el gusto de conocer tres Marios Moreno, uno es Arcos, otro Sotelo y el otro Abarca

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