LAS COSAS COMO SON…

Por Tomás Benítez Cano

REALIDAD REBASA A VOLUNTAD Y PRESUPUESTO

Por sentido común y simple deducción de lo que actualmente están viviendo los jóvenes guerrerenses, concluiríamos que su futuro no será nada prometedor, debido a que los que quieren estudiar son rechazados y los que ya estudiaron –como los egresados normalistas-- no tienen oportunidades de
trabajo porque no hay plazas. Y si agregamos los que voluntariamente ya habían decidido no continuar en las aulas, pues el panorama se pone más sombrío.
En estos momentos que los mexicanos y los guerrerenses estamos viviendo un clima de violencia desbordada, cuántas veces no hemos oído esas sesudas propuestas de que para alejar a los jóvenes de la tentación de incorporarse al narco y al crimen organizado se les deben de brindar verdaderas oportunidades de desarrollo, destacando de ellas el estudio, el empleo y el deporte, así como la capacitación en un oficio.
Sin embargo, en la vida real, en nuestro estado no existen las condiciones para otorgarles estas alternativas de superación a la juventud, y las pruebas más evidentes son los cientos de rechazados en las diferentes facultades o unidades académicas de la UAG y los miles de egresados normalistas que salieron a las calles de la capital en demanda de plazas.
Por mucha voluntad política que tenga el gobierno estatal, la solución a estos problemas por supuesto que será parcial, por la sencilla razón que no habrá el suficiente billete para otorgarles --a los rechazados-- becas para que busquen una alternativa de estudio fuera de la entidad, como tampoco habrá las suficientes plazas que están exigiendo los egresados de las normales públicas. ¿Y los de las privadas? ¿Qué, esos no son guerrerenses?
Para empeorar el asunto, estas “soluciones” se van dando al calor de que los problemas se hacen públicos, por lo que son como un curita para tapar un hachazo, y la realidad de Guerrero demanda soluciones de fondo no paliativos. Por ejemplo, en cuanto se conocieron las estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre la pobreza extrema alimentaria que viven los niños de la Montaña, de inmediato se dijo que se iban a hacer un titipuchal de cosas; que se publica a nivel nacional que Guerrero ocupa primer lugar en muertes infantil y materna y apagar el bomberazo. ¿Y la planeación? ¿Y el Plan sexenal de Gobierno?
Desgraciadamente la cruda realidad de Guerrero supera en mucho los buenos deseos y hasta las soluciones planeadas. Son tantos y tantos los ancestrales problemas que tenemos, que, por el momento, no hay presupuesto que alcance. De ahí que lo más recomendable es dejar a un lado ese discurso triunfalista y de esperanza infundada.
Es hora de que los tres niveles de gobierno, así como la propia iniciativa privada, conjunten recursos financieros para implementar un programa de desarrollo integral para los guerrerenses, algo así como lo propuso el gobernador Aguirre; hay que ofrecerles alternativas de ocupación y estudio a los ninis; hay que jalar inversiones porque son las que generan empleos y circulante.
Y hablando de esto último, las inversiones, se les invita a los ambientalistas y a los que le tienen pánico al capital foráneo, a que visiten la construcción de lo que será una tienda de autoservicio que se ubica a un lado del palacio de gobierno, para que constaten cuántos paisanos trabajan ahí. Vieran que contentos salen nuestros hermanos los sábados con su raya en la mano o en sus bolsillos. Y sí, es cierto que ya le dieron en su máuser a unos huamúchiles viejos, pero los van a reponer con árboles más frondosos. Por eso insistimos, hasta chocarles, que la inversión no está peleada con el cuidado del entorno ecológico.
En suma, para dar solución plena y satisfactoria a los rechazados, a los egresados, a los ninis y a los infantes desnutridos de la Montaña, así como a cientos más de guerrerenses que hacen falta en esta lista, se requieren fuertes cantidades de recursos, que no hay pero hay que buscarlos. Por lo pronto, Guerrero espera una aportación cuantiosa e inmediata de la Federación.