Asestan autoridades duro golpe al grupo delictivo “La Barredora”



*Fueron presentados en conferencia de prensa por el procurador
*Pretenden que se trata de los responsables de muchas muertes
*Llama López Rosas a grupos criminales a establecer una tregua


Tras presentar a los medios de comunicación a 10 de los 16 miembros de la organización delictiva conocida como “La Barredora” que fueron detenidos en los últimos días en el puerto de Acapulco, el Procurador General de Justicia, Alberto López Rosas llamó a los miembros del crimen organizado a establecer una
“tregua” en esta ciudad, porque dijo, “ningún negocio, lícito o delictivo puede estar por encima de la tranquilidad de la población”.
A los delincuentes que fueron presentados este día, se les aseguraron diversas armas de fuego, cuchillos, machetes, una segueta y un serrucho, que fueron utilizados para descuartizar personas, además de que en un celular se encontró un video en el que descuartizan la semana pasada a un policía que fue levantado en la avenida Cuauhtémoc y sus restos tirados en el puente Bicentenario.
Los detenidos dijeron ser miembros del grupo criminal “La Barredora” y de su célula “El Comando del Diablo”, y aceptaron hacer cometido al menos 10 secuestros por los que cobraron más de cuatro millones de pesos que se usaron para comprar armas, pagar a los vigilantes y el sobrante quedó en manos del jefe de la célula a quien sólo identifican como “El Cremas”.
Los presentados fueron detenidos en dos acciones la semana pasada por un operativo conjunto entre elementos del Ejército, la Policía Federal, la Preventiva Estatal y la Policía Ministerial del estado, y son quienes en las últimas semanas se han venido adjudicando ejecuciones, decapitaciones y desmembramiento de personas en ese puerto, y cuyos restos son dejados con narcomensajes en los que vinculan un parentesco entre el gobernador Ángel Aguirre Rivero y el integrante de la banda autodenominada Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), Víctor Aguirre Edén.
Los detenidos son Eduardo Valle Urban, “El Gasper” y David Reyes López, “El Chaparro” o “El Chayote”; Asimismo, Santiago González Chávez, “El Chango”, de 21 años de edad, quien dijo ser integrante del Comando del Diablo como “ayudante” de sicario; José Dorantes Flores, “La Sirena”, de 30 años y originario de Agua Caliente, municipio de Acapulco, y quien se dijo “patrullero” dentro de la misma banda; Bryan Damián Hernández, de 18 años, originario de Acapulco y quien declaró que se desempeñaba como “halcón” en el mismo grupo delictivo.
Los otros detenidos son Francisco Javier Ramírez Rodríguez, “El Pancho”, de 19 años, originario de Acapulco y quien reconoció que trabajaba como “patrullero” para el “Comando del Diablo”, Alan López Ramírez, El Alan, de 18 años, originario de Acapulco y quien declaró que se dedicaba a señalar a las posibles víctimas de secuestro a los integrantes de la banda; Christian Alexander Navarro Angelito, de 30 años, originario de Acapulco, quien dijo que participaba en la misma banda como “encargado de halcones”; Ricardo González Mojaraz, “El Charmin”, de 25 años de edad, originario de Acapulco, quien dijo que participaba como “halcón”. Otro de los detenidos es Eduardo Clemente García, “La Rubia”, de 24 años, originario de Acapulco quien señaló que era “encargado de halcones” en la banda La Barredora.
Además de el secuestro, asesinato y mutilación de sus víctimas a este grupo se le atribuyen otros delitos como extorsión, robo, portación de arma de fuego de uso exclusivo del ejército y fuerza aérea, asociación delictuosa, delincuencia organizada entre otros.
Fueron detenidos en dos acciones, la primera el miércoles 17 de agosto cuando dos de los integrantes; Eduardo Valle y David Reyes, después de arrojar en una hielera los restos humanos de un policía auxiliar en la avenida Costera Miguel Alemán, a la altura del CICI, fueron interceptados por una patrulla de la Policía Preventiva de Acapulco, al ser denunciados por una familia a la que habían despojado de su automóvil, momentos antes.
Explicó que a partir de esa doble detención comenzaron las indagatorias por la Procuraduría de Justicia estatal de la que se desprendió la localización de diversas casas de seguridad que fueron cateadas por elementos del Ejército el 19 y 20, en las que fueron detenidos los otros 8 “mismos que aceptaron ser parte de las bandas La Barredora y su célula el Comando del Diablo y haber cometido una serie de crímenes, secuestros, extorsiones, cobros de “derecho de piso” a empresarios, así como robo de autos en los últimos meses en Acapulco”, informó López Rosas.
En sus declaraciones ante la autoridad también confesaron que son los responsables de haber “rafagueado” los bares Tabares, Tabares II, Neck y canta bar Copacabana.
Los detenidos fueron arraigados para proseguir con las investigaciones, y se informó que éstas podrían arrojar la localización de fosas clandestinas en las casas de seguridad donde fueron aprehendidos. Asimismo, indicó que se les investigará por su relación con más actos delictuosos en los que podrían estar vinculados, dijo.
Durante la presentación de los detenidos el fiscal guerrerense, Alberto López hizo un llamado a una tregua a los grupos criminales: “yo esperaría una tregua; nadie tiene derecho a poner en riesgo la tranquilidad de una sociedad, nadie tiene derecho a hacer prevalecer sus negocios, más cuando son ilícitos, a costa de una sociedad que tiene el afán de trabajar y tiene que esforzarse por sacar adelante a su familia”.
“Indicó que los grupos criminales no tienen derecho a poner en riesgo la vida de una sociedad, su productividad en aras de sus acciones. Es lamentable que ellos elijan a sus víctimas y muchas veces, sin ningún recato, no obstante que pagan los secuestros, los terminan asesinando”.
Señaló que aún en la delincuencia deben respetarse ciertos códigos, “que hoy están completamente desbordados por parte de ellos”.
“Esas bandas están acabando con la tranquilidad de muchas ciudades y municipios; la tregua es para respetar la vida de una ciudad, la vida de una población y la vida de una sociedad, que no mantengan esta conducta que viene a afectar la vida productiva de toda una sociedad. Creo que nosotros tenemos que seguir haciendo nuestro trabajo porque es nuestra obligación y en esa línea vamos a continuar para que la tranquilidad llegue a toda la sociedad guerrerense”.

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