Pretenden los pepenadores “gobernar” en el basurero

La puesta en operación de una nueva celda en el basurero municipal, que será mucho más pequeña de la que ha estado funcionando hasta este día, ha generado un problema entre la autoridad y los pepenadores, pues mientras la primera trata de regular y mantener el orden en el sitio, los segundos, quieren imponerse y
mantener una especie de autogobierno que recaería en tres organizaciones.
La celda del basurero que hasta ayer funcionó para recibir las más de 300 toneladas de basura que se generan diariamente en Chilpancingo, fue clausurada por haber sobrepasado la capacidad prevista, por ello fue necesario abrir de una vez la nueva celda que se construyó como parte del saneamiento que se realizó a este tiradero, celda que cuenta con todos los sistemas de un relleno sanitario.
El ingeniero Gallardo, quien fue designado por parte de la Secretaría del Medio Ambiente Estatal, como encargado de la obra de saneamiento del basurero municipal de Chilpancingo, indicó que los recursos que destinó el gobierno del estado fueron insuficientes y por ello la obra se dejó inconclusa, y fue el ayuntamiento quien retomó los trabajos y aplicó recursos para concluir los detalles faltantes, “la nueva celda está lista y recibiendo algunos camiones de basura”.
Sin embargo reconoció que la celda es muy pequeña para el tamaño de la ciudad por lo que su periodo de vida no puede ser más allá de entre seis meses y un año, “es necesario que el gobierno municipal busque otro terreno y se inicie la construcción de de un nuevo basurero, porque éste no va a durar”, finalmente se deslindó de los últimos detalles de la obra que dijo están corriendo a cargo del ayuntamiento.
Por su parte un empleado de la Dirección de Ecología del municipio, que fue asignado a este lugar para mantener un orden entre los pepenadores indicó que se tomaron determinaciones, que los pepenadores y las camionetas recolectoras de basura tendrán que cumplir por ejemplo ajustarse a un horario de ocho de la mañana a seis de la tarde de lunes a sábado y los domingos sólo hasta las dos de la tarde, y sólo los camiones del ayuntamiento podrán entrar las 24 horas al basurero, “por instrucciones directas del alcalde hemos colocado la cerca perimetral y se colocó el portón para que a las seis de la tarde se cierre y no entre ningún carro a excepción de los del municipio, dado que ellos tiene horarios nocturnos”.
Indicó que debido a que el espacio en el que se deposita la basura se ha reducido y se reducirá más en la nueva celda, se ha determinado que de las tres organizaciones de pepenadores que tienen 30 agremiados cada una, se irán turnando para descansar un día cada una, de tal manera que no se tengan 90 personas realizando pepena sino sólo 60, y si es necesario podría determinarse que sean dos las organizaciones que descansen y sólo una trabaje pues el espacio de la nueva celda es muy reducido.
Además indicó que el reglamento que se implementó en el basurero indica que los pepenadores tiene que ser puntuales al ingresar y en caso de faltar justificar su ausencia, de lo contrario acumulando tres faltas serán sustituidos y no se les permitirá jamás ingresar nuevamente a la pepena.
En contratarte un grupo de pepenadores a los que se conoce como “Los Chidos”, realizaron la mañana de ayer un bloqueo a la entrada del basurero para denunciar que esas nuevas normas son violatorias de los derechos que, dicen tener, por haber trabajado ahí durante muchos años sin que nadie los molestara.
Indicaron que el encargado de regular a los pepenadores, Armando Cuenca, es una persona prepotente, que los ofende, y se burla de su necesidad, y como caso concreto señalaron el caso de un matrimonio del que los dos realizaban pepena y que por cuestiones de salud, no pudieron asistir durante 4 días a trabajar y por ello cuando regresaron (ayer jueves), simplemente se les impidió el acceso y cuando manifestaron su inconformidad, se mandó traer a la policía municipal para restablecer el orden.
Dijeron que Armando es una persona insensible que definitivamente no entiende la necesidad de quienes tiene que trabajar en el basurero, “aquí venimos pura gente pobre, venimos por necesidad, no por amor a la basura, por eso nuestra única petición es que nos dejen trabajar”. (Abel Miranda Ayala)

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