Ordena Rectoría de la UAG el desalojo del Centro Cultural Ignacio Manuel Altamirano

Luego de que el pasado martes trabajadores de Extensión Universitaria, denunciaron las malas condiciones en que se encuentra el edificio en el que laboran, ubicado en la calle Abasolo, en el centro de esta ciudad, el cual es conocido como el Centro Cultural Ignacio Manuel Altamirano, la Rectoría de la Universidad
Autónoma de Guerrero (UAG) a través de la Dirección de Extensión, Difusión y Vinculación, ordenó el desalojo total del inmueble.
Trabajadores del área indicaron que recibieron la comunicación de que deben desalojar pero hasta el momento no les han indicado dónde deben instalarse, informó Adelina Echeverría Hernández, integrante de la delegación sindical de ese centro de trabajo.
Cabe señalar que el pasado martes los trabajadores de extensión universitaria denunciaron que por el deterioro del inmueble en el interior de las aulas y oficinas el agua se filtra y genera encharcamientos, por lo cual no les es posible realizar su trabajo.
Echeverría Hernández comentó que ayer por la tarde, un representante del área de Obras de la UAG recorrió el inmueble junto con el director de Extensión, Difusión y Vinculación, Néstor Salinas Rodríguez, y determinó que el edificio no podía seguir siendo ocupado por las razones de seguridad tanto para los empleados como para los alumnos.
La maestra de literatura informó que ayer mismo, Salinas Rodríguez giró un oficio en el que notificaba a su subalterno Edgar Ramírez Marroquín, jefe del área de Difusión Cultural, de la que dependen los maestros y becarios del centro cultural, indicando que desalojen el edificio, hasta en tanto encuentran otro lugar para trasladarse.
Desde esta mañana, los maestros comenzaron a sacar sus cosas del inmueble. El director también ya desalojó su oficina, y ahora despacha desde el edificio azul que está a espaldas del centro cultural, y que también es propiedad de la UAG.
Echeverría Hernández admitió que hay un avance, pero consideró que la administración central ha dejado de lado lo que a los maestros más les preocupa, los cursos de verano de danza, música, teatro y artes plásticas.