LAS COSAS COMO SON…

POR: Tomás Benítez Cano
TRANSITO DESPISTADO


Al terminar las escaleras que lo llevaron a la segunda planta de uno de los edificios del Palacio de Gobierno, el hombre delgado, estatura de mediana a alta, tez blanca y de bigote bien pintado y recortado, se subió un poco el pantalón negro y se acomodó la camisa rayada. Creyendo que ya estaba bien mono, se anunció con
el policía: soy el subdirector general de Tránsito del Estado, Jesús Borja Pineda… y sin darle tiempo de continuar, el gendarme esbozó: sí, sí, creo que ya lo están esperando, pásele por favor. Cuando el funcionario se aprestaba a entrar, el guardia lo detuvo para preguntarle ¿jefe, cómo se llama el director de Tránsito, su superior? El individuo se desconcertó todito y después de varios segundos, manifestó: la verdad no me acuerdo, más bien no tengo ni idea… Válgame Dios, se imagina usted cuánta coordinación ha de existir entre director y subdirector. Y qué tal si este último sólo posee el nombramiento para cobrar y la oficina y el nombre de su jefe le valen Wilson…


CONTENTO PORQUE NO LE ENCONTRO NADA


El presidente municipal PERREDISTA de Coyuca de Catalán, Elí Camacho Goicochea, manifestó a los periodistas de Tierra Caliente que se siente limpio y tranquilo porque la Marina no le encontró nada. Agregó que la llegada de la Armada de México y el desarme de su policía municipal “era con otros fines… vinieron con la sospecha de que yo y mi familia, junto con la policía, estábamos metidos en el narco, y pusieron a todos bajo investigación… pero ya comprobaron que no hay nada” (El Sur, 18 de julio del 2011, pág.7)
Como se recordará, cuando llegaron la Marina y la Armada de México a Tierra Caliente, por mandato del presidente Felipe Calderón, entre sus primeras acciones destacó la detención del hermano y el sobrino del alcalde Camacho, porque –según el reporte oficial-- se les encontró armas, droga y vehículos con reporte de robo. Como los detenidos alegaron que todas esas cochinadas se las habían sembrado, y sumada la presión que ejerció el PRD, los dejaron en libertad.
Por eso, y ahora que ya se retiraron de esa región las fuerzas federales, el munícipe se regodea y entre sus cercanos grita que le hicieron lo que el viento a Juárez. Qué bueno que salvó la revisión de las fuerzas armadas, lo que nunca va a pasar es el escrutinio ciudadano, porque todo mundo en su municipio sospecha de su persona y su familia.
Consecuencia de lo anterior, si no salen a relucir las armas, como en los procesos internos y en los comicios constitucionales pasados, el PRD perderá de calle los del 2012 en Coyuca de Catalán, porque la gente está hasta la madre de sus actuales autoridades, aunque el mercenario Ramiro Alonso de Jesús quiera tapar el sol con un dedo.


DESESPERADA PIDE QUE LA REGRESEN A VER


Como si estuviéramos en aquellos tiempos “gloriosos” del PRI, cuando este partido y el gobierno eran la misma cosa, la ex diputada Avelina López exige al gobernador Angel Aguirre Rivero que cumpla su palabra y les construya el edificio del Comité Municipal del PRD en Acapulco.
Sin recato alguno y con un descuido total de las formas, le ex legisladora, considerada como cuadro del nefasto Zeferino Torreblanca, jura y perjura que don Angel se comprometió con ella a que les iba ayudar en la construcción de las oficinas del PRD porteño, pero que ahora no les dice cuándo les va a cumplir.
La señora López --a quién por cierto el mandatario estatal le dio cuerda diciéndole públicamente que muy pronto la nombraría responsable del programa de combate a la pobreza, que está por crearse--, hasta describió el momento de cuando sellaron el compromiso de la construcción del inmueble, mismo que estaría asentado en un terreno del convergente mayor Luis Walton, a quien de paso le solicitó que lo ceda a las causas perredistas, “que favor con favor se paga”.
Más allá de la exigencia del inmueble, doña Avelina, como no queriendo, le está recordando –de manera muy sutil-- al Ejecutivo estatal que ya pasó un buen de tiempo y que ella no ve nada claro. Y aunque dice que no está interesada en una chamba en el gobierno del estado, uno no se explica que otro mensaje tiene el balconear un acuerdo cuya naturaleza tiene que ser la discreción, puesto que el gobierno por ningún motivo tiene que destinar recursos públicos a un partido, al menos que el gobernador lo haga a título personal.
El caso es que Avelina ya hizo ruido, y seguramente será agendada para apaciguarla. Que le aproveche. Y nos quejábamos de los priistas…

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