LAS COSAS COMO SON…

POR: Tomás Benítez Cano

¿DONDE ESTA EFREN LEYVA?
Será por la edad, será por conveniencia o por las dos cosas, pero lo cierto es que aquel Efrén Leyva Acevedo bravucón, contestatario, rijoso, echado para adelante, jamás apareció en todo este tiempo que ha sido dirigente del PRI estatal. El terreno y la arena política han estado totalmente a su favor, puesto que los
gobiernos perredistas, encabezados por Zeferino Torreblanca Galindo y Angel Aguirre Rivero, tuvo y tiene bastantes deficiencias y debilidades que se pudieron y se pueden capitalizar a favor de su instituto político.
Sin embargo, el antes llamado porro de San Mateo no ha sacado raja de todo eso que le han puesto en charola de plata. Salvo algunas escaramuzas con sus mismos compañeros priistas –para defender su cargo--, el Leyva Acevedo contestatario no ha aparecido. Y no es que lo queramos ver siempre dentro del ring, sino que el escenario es propicio e ideal para un dirigente partidista de sus características, máxime si es de oposición, como ahora toca serlo a él.
Aunque al parecer ya le quedan muy pocos días como dirigente estatal del PRI, no sobra recordar que a pesar de que al güero Leyva le tocó coincidir con un gobierno anti popular --de principio a fin--, como lo fue el de Zeferino, jamás se le escuchó cuestionarlo o denunciar lo que estaba haciendo mal, por el contrario, ya de salida, hasta reconoció al ex mandatario. Pero el colmo, es que ahora que ya sabemos, por informes de otro gobierno perredista, que hubo tanto latrocinio en el sexenio anterior, los priistas (comenzando con Efrén) no dicen nada, a pesar de que de eso mismo se les acusó.
Aquel gran descontento masivo que se generó por los despidos injustificados de los burócratas, nunca fueron abanderados por los priistas, quienes en lugar de actuar como oposición, se replegaron y asumieron conductas timoratas porque tenían miedo que les sacaran a la luz todas sus cochinadas. Pero ahora las cosas son muy distintas, porque las marranadas las cometieron los perredistas, pero ni así levantan la voz pidiendo cárcel para los desfalcadores. Es la oportunidad de vacunarse y no lo hacen. Ya sus diputados y los propios dirigentes priistas estuvieran demandando auditorías, comisiones de la verdad y más estupideces que se inventan los perredianos. Pero no.
Sobre el gobierno actual, tuvo que venir de México la Padierna y Encinas a criticar el nepotismo y la aprobación de los PPS, pero los del PRI ni sus luces.
A lo que si están prestos esos que de palabra dicen que no son dueños del PRI, pero que en los hechos actúan como si fueran los amos y señores del tricolor, es a reñir y a apartarse los mejores cargos de representación popular. Ya armaron su estrategia y ya están calentando la gallera para cerrarle el paso a Maro Moreno Arcos, quien les ha venido a quitar el sueño a muchos, y no porque quiera ser dirigente de este partido sino porque ya les tomó la delantera para alcanzar una de las candidaturas al senado de la República.
Y en este asunto, lejos de arbitrar y administrar el conflicto, don Efrén no sólo ha tomado partido sino que ha encabezado el linchamiento al diputado federal Moreno Arcos, aunque los dos candidatos a gobernador perdedores lo están haciendo por su lado. Ya están en disputa interna sin trabajar en lo externo, pensando que en este campo todo lo hará la popularidad de Peña Nieto. Veremos. Porque así pintaba el escenario antes de que Aguirre tomara la decisión de postularse por el PRD.


LA DEL PILON, CALIENTITA.


Ayer, por mera coincidencia, presencié un acto de poder al mejor estilo de los priistas, que éste lo fue pero que ahora es perredista, y se supone, que esos hábitos y malas mañas se deben de quedar en el olvido, pero eso es en el supuesto porque en la vida real son igualitos que antes. Veamos. Llegó y se anunció con la secretaria del director general de Transportes en el estado como “el médico Zapata” y solicitaba ver a Larequi, o sea, a Juan Larequi Radilla que es el titular de esa oficina. La secretaria de inmediato dio explicaciones de que su jefe no estaba pero les preguntó que si los podían atender otras personas – habló en plural porque el director de Ganadería del estado, Humberto Zapata Añorve, iba acompañado del alcalde priista de Azoyú--. El funcionario aguirrista no le dijo si o no, pero le pidió que lo enlazara con su jefe, a lo que la secre rauda y veloz cumplió el pedimento. Para ese tiempo, ya estaba un empleado de la dependencia casi tirándose de tapete. Total que el médico veterinario de cabecera de los ranchos de los Aguirre terminó la llamada y ordenó se agendara una cita para el próximo martes para su acompañante, con el fin de ver problemas de unos permisionarios del municipio azoyuteco. El médico Zapata también entregó dos solicitudes de permisos de transporte público, y le dijo al “tapetito” que los quería lo antes posible “porque son gente que están con nosotros hasta la muerte”. Así de chingón el hombre. Cuál estudio técnico, cuál lista de espera de los aspirantes a permisionarios. Nada de eso, el poder es el poder.

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