LAS COSAS COMO SON…

POR: Tomás Benítez Cano

A PRESUMIR CERCANIA Y AMISTAD CON PEÑA NIETO
Después de la contundente victoria que obtuvo este domingo 3 de julio el gobernador Enrique Peña Nieto con su candidato a gobernador del Estado de México Eruviel Ávila, en automático se convierte en el político del momento y en el virtual candidato del PRI a la presidencia de la República.

Aunque es bien cierto que desde antes de los referidos comicios ya gozaba de una gran popularidad, según las periódicas encuestas de los diarios Reforma y El Universal, con los resultados del domingo Peña Nieto demostró a los incrédulos e indecisos que no solo es un producto mediático sino también un excelente operador y estratega, o —en el menor de los casos— que está en manos de verdaderos especialistas, a quienes sí les hace caso.
Miren que ir con Eruviel Ávila a esta contienda y no con uno de los suyos, demuestra que el gobernador mexiquense tiene totalmente claro cómo llegar a la cúspide. Pareciera que trae un libreto del que no se aparte un ápice, lo que comprueba que es un político disciplinado y que nada deja a la improvisación; una persona que sabe tomar decisiones con la razón y no con el sentimiento.
Todas estas fortalezas, más su carisma y cara bonita (es una expresión no una afirmación o inclinación, porque a mi nanais el arroz con popote), hacen que al grupo interdisciplinario que lo asesora y maneja su imagen no les cueste trabajo “venderlo” y a la gente aceptarlo, y si tienes alguna duda pregúntales a las mujeres de tu entorno y te retorcerás de envidia, claro si eres machito.
Son muchas las lecturas que se pueden hacer de los resultados de las elecciones del Estado de México, y se multiplican si sumas las también contundentes victorias del PRI en Coahuila y Nayarit, porque hay una sustentada deducción que hasta allá llegó el efecto Peña Nieto.
Falta exactamente un año para la contienda presidencial y ya el PAN y el PRD tomaron registro de lo que les espera. Necesitan hacer algo verdaderamente extraordinario, algo superlativo para revertir esa tendencia a favor del PRI y su Peña Nieto, lo que se antoja un tanto imposible, sobre todo si cada quien jala por su lado y que es lo más probable.
Y pensando en este efecto Peña Nieto, los priistas de todo el país, particularmente los de Guerrero, ya arrancaron en busca de las candidaturas a senadores, diputados federales, diputados locales e integrantes de las comunas municipales. Serán disputas encarnizadas porque van con todo, ya que saben que consiguiendo las postulaciones tricolores prácticamente están del otro lado. De ahí que algunos grupos políticos ya estén mostrando a sus prospectos, aunque éstos estén para llorar, como el caso de la señora Socorro Mondragón, pero de esos suspirantes hablamos otro día.


EXONERAN A LAZARO


Según una nota informativa del colega Rogelio Agustín Esteban, publicada ayer en un diario capitalino, “la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero desechó 14 de las 38 denuncias penales que la Auditoría General de Estado (AGE) presentó en contra de igual número de (ex)presidentes municipales, por haberlo hecho de manera extemporánea”.
O sea que las denuncias prescribieron, por haberse presentado fuera de los plazos establecidos por la ley, y ya no se ejercitará la acción penal en contra de esos servidores públicos que SE ROBARON EL DINERO DEL PUEBLO o que no pudieron comprobar (solventar) los recursos públicos, los cuales ascienden a millones y millones de pesos.
Así de sencillo. Con la mano en la cintura se les perdona sus pillerías a los ex alcaldes de Iguala, Lázaro Mazón Alonso; de Apango, Viliulfo Morales; Metlatónoc, Saúl Rivera Mercenario; Coyuca de Catalán, Alfonso Manjarrez; de Ajuchitlán del Progreso, Esteban Vergara Chamú; de Ayutla, Cutberto Quiñones Castro; de Tetipac, Zitlala, Tlacoapa, Cualac, Xalpatlahuac, Atixtac, Zapotitlán y Florencio Villarreal.
Por supuesto que si viviéramos en un régimen de Derecho se castigaría a los encubridores, a aquellos omisos que dilataron las denuncias a propósito para que prescribieran. No puede ser posible que se pase por alto esta aberración. Los burros del Congreso (es calificativo del diputado federal Fermín Alvarado) deben de tomar cartas en el asunto, así como el propio gobernador Angel Aguirre Rivero, porque es indignante tanta complicidad e impunidad.

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