Asesinan los policías de Juchitán a un niño de 11 años en una fiesta religiosa

Agua Zarca, municipio de Juchitán, Gro.- Un niño de 11 años, falleció asesinado a balazos, como resultado de una trifulca que protagonizaron elementos de la Policía Preventiva de este municipio de la Costa Chica, donde otras dos personas resultaron heridas por arma de fuego, hechos que atribuyen directamente a
los uniformados.
Los hechos se registraron en esta comunidad, cuando se celebraba el tradicional “paseo del mono”, que se realiza anualmente en el marco de los festejos del Señor Santiago, patrono de esta localidad.
Los sucesos se desencadenaron, cuando el director de la Policía de Juchitán, Gaudencio Ramírez Justo ordenó la detención del joven, Tomás Tapia Ramírez por haber colocado unos letreros en el “mono”, supuestamente ofensivos a las autoridades; sin embargo la versión de los habitantes de la localidad es que el director de la Policía estaba ebrio y ordenó arbitrariamente la detención del joven.
Molestos los habitantes del pueblo, decidieron rescatar a Tapia Ramírez y se generó una gresca en esta localidad, que derivó en una agresión a balazos de parte de los uniformados al mando de Gaudencio Ramírez Justo.
Derivado de esos hechos, fue asesinado el niño de 11 años, Gabriel Hernández García además resultaron heridas dos personas más, aunque sólo identificaron a Roberto Zúñiga Santos, de 22 años de edad y vecino de El Aguacate, quien fue herido de la pierna izquierda, por lo que fue trasladado al Hospital Regional del Ometepec.
En el lugar de los hechos, los habitantes pudieron recoger varios cascajos percutidos de .223 milímetros que utilizan los rifles AR-15, que portan los policías municipales e informaron que el menor muerto recibió un disparo en la boca del estómago y otro más en un brazo que casi se lo desprende.
Los heridos fueron auxiliados por sus familiares, o por sus amigos, no se tiene certeza plena, lo cierto que es que, incluso, transportados en camioneta pasajeras, llegaron a la misma clínica o consultorio particular, que no fue identificado, primero Gabriel Hernández García, con un balazo en el estómago que le provocó expulsión de vísceras, y después Roberto Zúñiga Santos. Al primero, por la gravedad de la herida, y ante la nula posibilidad de salvarle la vida, le fue negada la atención. El segundo si fue estabilizado para que llegara a Ometepec, al Hospital Regional.
Ante la negativa del médico particular, los padres no se resignaron de ver morir a su hijo y accedieron a recibir ayuda de los “presuntos agresores”, de los policías, y subieron a Gabriel a la batea de la patrulla y enfilaron hacia la presidencia, con la soñadora pretensión de que, en la ambulancia que recientemente había donado el diputado federal, Ángel Aguirre Herrera, se trasladara al moribundo a Ometepec.
La dolorosa espera duró cosa de media hora: ni llaves, ni gasolina, ni mucho menos chofer de la flamante ambulancia. Nada llegó; y lo que si llegó era lo que nadie quería que llegara, la muerte de aquel niño que en agosto próximo comenzaría su quinto de primaria.
Por esos hechos siete policías fueron detenidos y turnados ante el Ministerio Público de San Luis Acatlán. Se trata de: Ramiro Regino Nolasco, Antonio Abad Romero, Cirilo Reséndiz Pérez, José Saval Hernández, Andrés Cisneros Marín, Omar Flores Marcial y Marco Víctor Avelino Olmedo. (Fernando Santamaría/IRZA)

Comentarios