LAS COSAS COMO SON…

POR: Tomás Benítez Cano

PARTIDO DE LA REVOLUCION DEMO… ¿QUË?


Lo que aquí les adelantamos, el pasado miércoles se consumó en el Congreso del estado: los diputados del PRD cancelaron las elecciones de regidores para el 2012, bajo el argumento de que no hay dinero para ello.

Así es que por obra y gracia de los legisladores perredistas, los guerrerenses tendremos chance de elegir a nuestros regidores hasta el 2015, si es que para entonces no consideran que el pueblo no está preparado para la democracia o que no existe la cultura cívica para ello, como lo dijo públicamente el diputado Faustino Soto Ramos, quien en tribuna ya no repitió las mismas sandeces que les declaró a los medios de comunicación, al respecto.
El argumento de peso que aludieron los diputados perredistas para hacerle la chicanada al pueblo de Guerrero fue el dinero. Absurda y a todas luces reprobable la decisión de esos que se rasgan las vestiduras y se jalan los pelos para que uno les crea que son los únicos impulsores de la democracia en México. ¡Vaya incongruencia, hasta el nombre de su partido traicionaron!
Sin embargo, la falta de dinero es un pretexto aparente. El verdadero motivo de la canallada perredista se debe a que una de sus tribus –la mayoritaria, el llamado grupo Guerrero-- quiere seguir manteniendo el monopolio en la designación de los candidatos a regidores, dentro del PRD obviamente.
Este es el meollo de tan aberrante y repugnante aplazamiento de la elección de regidores hasta el 2015. Se están anteponiendo los intereses de un grupo a los de la ciudadanía guerrerense. De todos es sabido que en las planillas para las presidencias municipales, los candidatos a regidores no son las personas que verdaderamente tienen un liderazgo sino que son incluidos por amiguismo, compadrazgo o por ser de la misma corriente de los mandones, prácticas que tanto les criticaron los perredistas a sus adversarios, pero que ahora las han adoptado y las han perfeccionado con tal de alcanzar sus desmedidas ambiciones.
Ni Faustino Soto ni Catalino Duarte, mucho menos Evodio Velásquez, pudieron sustentar el sentido de su votación. Agarraron el camino más fácil y que, por eso mismo, es el que más dominan: criticar a los priistas de su pasado antidemocrático, sin darse cuenta que con ello se estaban auto flagelando, porque los burros estaban hablando de orejas.
Y esos diputados no supieron justificar ni defender su proceder porque los autores intelectuales --de la postergación de las elecciones de regidores-- no se las compartieron, solo les dieron órdenes de que tumbaran y echaran abajo eso.
La decisión fue tomada por el ensoberbecido David Jiménez Rumbo y el casi analfabeta (solo sabe firmar y contar los millones de pesos que se llevó del Congreso en la pasada legislatura) Carlos Reyes Torres, actual dirigente estatal del PRD, con el fin de seguir imponiendo las candidaturas entre sus afines, amigos y familiares, como ocurrió en Zihuatanejo, donde la desconocida hermana del secretario de Desarrollo Social es flamante regidora.
Lo peor del caso es que en esta jugarreta está metido también el Instituto Estatal Electoral (IEEG), puesto que dos que tres de sus consejeros “ciudadanos” hicieron labor de convencimiento de que no se realizaran las mencionadas elecciones, porque se requiere de mucho dinero, de mucha logística y de mucho conocimiento de la ciudadanía porque tendría que marcar una boleta (¡guau!). Todo a cambio de que el PRD les brinde su cobijo y apoyo para que sean ratificados o ya de perdis los nombren magistrados electorales. En este organismo, los deseos y caprichos de don David los cabildea y se los cumple su incondicional y compañero de parrandas Arturo Pacheco Bedolla.
Aunque dicen que no era de su autoría, vale la pena recordar y parafrasear una expresión que con frecuencia utilizaba el ex gobernador José Francisco Ruíz Massieu: en política todo lo que tenga signo de pesos sale barato. Igual sería para la democracia. Se dilapidan más recursos en otras frivolidades y actividades insustanciales --como comprarles carros últimos modelos y de lujo a los consejeros “ciudadanos” o asignar salarios de privilegio a los magistrados electorales, cuyas decisiones nunca dejan satisfechas a las partes en conflicto--, que en nada contribuyen a la consolidación de la vida democrática de nuestro Estado.

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