LAS COSAS COMO SON…

Por Tomás Benítez Cano

¿FIN A LA IMPUNIDAD’?
Como ya estamos acostumbrados a que en Guerrero casi nunca se esclarecen los delitos, la verdad que sorprendió la rapidez con la que actuó la Procuraduría de Justicia en el caso relacionado con el intento de
homicidio en contra del perredista Guillermo Sánchez Nava, al detener y presentar a los responsables de tan lamentables hechos: Eduardo Sánchez Abarca, Celso Manzano Flores y Antonio López Velásquez.
Desafortunadamente, en nuestra entidad se han registrado tantos asesinatos, secuestros, extorsiones, asaltos y robos, sobre todo en los últimos seis años que le tocó gobernar a Zeferino Torreblanca Galindo, cuya inmensa mayoría jamás se esclarecieron y se castigó a los responsables. Las víctimas (cuando tenían suerte de vivir para contarlo) y sus familiares han tenido que buscar el consuelo en otros lados pero no en el de la justicia.
Por eso hoy adquiere relevancia el esclarecimiento del caso Sánchez Nava, y aunque técnicamente era fácil de resolver, según los comentarios de algunos peritos en la materia, de ninguna manera pierde méritos. La indolencia o la falta de voluntad de las anteriores autoridades de PGJG, dimensionan aún más el proceder de las actuales.
Ojalá que no estemos ante un acontecimiento de flor de un día o, lo que sería peor, ante un asunto de justicia selectiva. Para bien de Guerrero, esperemos que la ligereza con la que se actuó en este caso no se deba al solo hecho de que la víctima es compañero de militancia política con el procurador de justicia.
De los casos más recientes y sonados, el jurista Alberto López Rosas se decidió por el del ya famoso Sami y, cualesquiera que hayan sido los motivos para escoger precisamente ese, con ello el procurador se echó una doble responsabilidad de esclarecer los demás que están en la lista de espera con la misma celeridad, porque de no hacerlo, que se prepare de una vez para recibir el reproche y la cantaleta de que solo atiende con prontitud a las víctimas de su partido.
En este sentido, esperamos que siga habiendo más noticias de casos resueltos, incluidos los no tan sonados o cuyas víctimas no fueron o no son tan conocidos como Sánchez Nava. El mensaje, a través de los hechos y resultados, tiene que ser bien claro: en Guerrero la justicia es igual para todos. El menor asomo de partidizarla o darle un sello selectivo, desbordaría el hartazgo ciudadano.
AGUAS: HOY SON APLAUSOS, MAÑANA, SI NO CUMPLE, SERAN MENTADAS…
Es tanto el agravio y la sed de justicia de los guerrerenses que las declaraciones del gobernador Angel Aguirre Rivero y de algunos de sus colaboradores, en el sentido de que ahora sí se va actuar hasta las últimas consecuencias en contra de los que saquearon las finanzas públicas en el sexenio anterior, que parecen como si se le tirara gasolina al fuego. Son tan bien recibidas que de inmediato se socializan (de boca en boca) y arrancan el aplauso espontáneo de los interlocutores, porque se pondría fin a tan largo tiempo de impunidad que han gozado los bandidos del dinero del pueblo.
Ojalá el gobernador Aguirre esté conciente de lo que está haciendo. Si cumple lo que está ofreciendo, sin duda que sus bonos y credibilidad se elevarán significativamente, pero si falla y se hace el omiso, los aplausos de hoy se pueden convertir en infinidad de mentadas mañana.
Por supuesto que damos por hecho que existen elementos que puedan sustentar la reclusión de Zeferino y sus secuaces. Primero, porque si no hubiera indicios de latrocinios, el mandatario estatal no lo ventilaría con tanto desparpajo, sería mucho más cuidadoso. Segundo, los quebrantos financieros dados a conocer en cada secretaría son tan cuantiosos que incluyen miles y miles de millones de pesos, por lo que sería poco creíble que de buenas a primeras se solventara todo. De ahí que como dice el dicho: ahora pares o revientas. Les juro que ya busco el libro de esoterismo que le voy a llevar al reclusorio a Z. No es morbo, es una respuesta al daño que le causó al estado con su gobernar diferente.

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