LAS COSAS COMO SON…

Por Tomás Benítez Cano


CARCEL A LOS BANDIDOS
En Guerrero súper urgen acciones contundentes que revitalicen el estado de ánimo de la ciudadanía y le devuelvan un poco de credibilidad al gobierno. Las dificultades económico-financieras y la ola de terror que
hemos estado viviendo desde hace ya varios años, están encendiendo los focos amarillos de una posible revuelta social.
Los guerrerenses estamos hasta la madre de esa incapacidad del estado de brindarnos seguridad y más aún de la prolongada paupérrima situación económico-social. Pero igual o peor es el hartazgo y la frustración que provoca la impunidad de la que gozan tanto político bandido, y aquí se incluyen tanto los que pelaron la vaca como los que le agarraron la pata.
Como no será posible acabar de manera inmediata con la barbarie e inseguridad, mucho menos revertir los índices de pobreza, el gobierno del estado debe voltear la mirada a otro lastre que también irrita a la población: el no combate a la corrupción. Al respecto, y si de verdad quiere dar una respuesta al pueblo, el gobernador Angel Aguirre debe de pasar del discurso a los hechos.
Es decir que, ante las presuntas e infinidad de irregularidades financieras que se han encontrado en diversas dependencias del gobierno del estado, cometidas por la administración anterior, Aguirre Rivero no solo se debe quedar en ordenar una investigación, sino que ahora sí se tienen que fincar responsabilidades y castigar a los culpables.
Si se fundamentan esas irregularidades y se comprueban esos cuantiosos quebrantos financieros y el gobierno del estado no procede, sin duda alguna que afrontará severos problemas de imagen y credibilidad. En cambio, sí lo hace, será una excelente señal para ese pueblo hambriento de justicia.
Ayer mismo Angel Aguirre declaró --otra vez-- que no se protegerá a nadie y que de acuerdo a los resultados que arrojen las investigaciones, se procederá. Por su parte, el contralor Julio César Hernández informó que la próxima semana se darán a conocer algunos resultados. Todo esto crea expectativas de justicia entre la población, de ahí pues la importancia de que ahora si se castigue a los bandidos de los recursos públicos.
Como dice mi abuela es hora de dejarse de tapar con el mismo jorongo. Si Zeferino Torreblanca Galindo tiene responsabilidad, que se vaya a la cárcel, y no en una acción de morbo sino de plena justicia al pueblo. Que se acabe la impunidad. Que los alcaldes y exalcaldes también paguen sus fechorías.
Si en Chiapas metieron --hace dos días—a la cárcel al exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía, por bandido ¿por qué no hacer lo mismo aquí con Z y con todos los que saquearon Salud, la SEG, Seguridad Pública, etc. etc?
UNA DE PILON
No cabe duda que abundan los políticos que pierden el piso muy feo, es tanta su soberbia que piensan que todo se merecen y, lo peor, es que consideran que la gente de plano es tarada. Figúrense que el gris diputado Celestino Cesáreo ahora quiere ser senador de la República. Arguye que si lo fue su carnal David Jiménez Rumbo, estando en las mismas circunstancias (jodidos de todo a todo), él por qué no. Vaya qué descaro.

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