Es un fracaso la guerra de Calderón contra el narco: Alarcón Hernández

El presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), Juan Alarcón Hernández, expresó categórico que la guerra del presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, contra el narcotráfico es un completo fracaso y ha llevado al país a un callejón sin salida.

Además, no tuvo empacho en afirmar que en la administración gubernamental que encabezó Zeferino Torreblanca Galindo, a quien en todo momento llamó “el gobernador que ya se fue” y no por su nombre, además de ser quien más recomendaciones mereció por parte de la Coddehum, es el único gobernador con el que ha tenido problemas, pero además fue en su gestión donde se registró un vacío en materia de derechos humano, es más, se atrevió a decir que hubo un retroceso.
Alarcón Hernández fue el invitado especial a la sesión del Grupo Cuicalli, que encabeza el empresario Adolfo Chávez Romero, quien al darle la bienvenida expresó que el respeto a los derechos humanos es el camino para dar en Guerrero y en todo el país, seguridad y certeza de un buen futuro, aunque destacó que actualmente tanto esta entidad como México transitan por un camino difícil.
Chávez Romero señaló que en materia de seguridad pública no se le da respuesta a la demanda ciudadana y para comenzar los responsables de atender esta área no han logrado darle confianza a la población y no se observa una lucha eficaz contra la delincuencia y resaltó, las deficiencias no sólo se dan en seguridad pública pues también persisten en rubros tan importantes como la salud y la educación, en los cuales “sólo vemos simulación y engaño”.
Ante los socios e invitados del Grupo Cuicalli, Alarcón Hernández rechazó ser un presidente vitalicio de la Coddehum, pues la Ley que crea y rige a este organismo señala que estará en el cargo hasta su jubilación, aunque sí es inamovible, pues “la inamovilidad fue el espíritu de la ley creada por José Francisco Ruiz Massieu, siendo gobernador del estado…pero la inamovilidad no es un secreto ni debe asustar a nadie”, enfatizó.
Y tras reiterar que él no es presidente vitalicio de la Coddehum, Alarcón Hernández expresó que los únicos vitalicios son los notarios públicos y Elba Esther Gordillo Morales, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Comento que siendo gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, él personalmente le propuso reformar la Constitución Política del Estado y la Ley que rige a la Coddehum y le planteaba que el presidente de la Coddehum durara en el cargo por 10 años, sin derecho a reelección, sin embargo, el entonces mandatario estatal ignoró tal propuesta.
Y es que en sí, dijo Alarcón Hernández, lo que quería Zeferino Torreblanca Galindo era nombrar al presidente de la Coddehum, pues en una plática que sostuvo le dijo que estaba de acuerdo en una reforma constitucional en la materia, pero “pactada”.
Finalmente, no hubo acuerdo alguno y finalmente la iniciativa fue “congelada” en el Congreso del Estado siendo presidente de la Comisión de Gobierno el perredista Carlos Reyes Torres.
Asimismo, señaló que en los casi 22 años que lleva como presidente de la Coddehum no ha tenido problemas con ningún gobernador, más que con Zeferino Torreblanca, en cuyo gobierno, resaltó, hubo vacío e incluso un retroceso en en materia de derechos humanos.
Refiriéndose siempre a Zeferino Torreblanca como “el gobernador que se fue”, indicó que en un principio se portó hasta caballeroso con él, pero todo cambió cuando se negó a correr a un consejero de la Coddehum: “a partir de ahí vino una campaña de denuestos contra la Coddehum. “No había querido hablar de esto porque es vergonzante”, expresó.


La Guerra de Calderón


Más adelante, dijo no estar de acuerdo con la guerra que el presidente Calderón emprendió en contra del narcotráfico, la cual, dijo, ha sido un fracaso, ya que además de haber costado más de 40 mil vidas hasta el momento, ha metido al país en un callejón sin salida.
Alarcón Hernández dijo estar convencido de que el narcotráfico y en sí el problema de las drogas se debe combatir con otro tipo de medidas, como el cambiar el sistema económico, con el combate a la pobreza, con educación, la salud y el fomento al campo, entre otros, aunque “lo más fácil es tomar las armas”. (Baltazar Jiménez Rosales)

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