ENFERMO Y A PUNTO DE PERDER SU CASA MI AMIGO JULIO CÉSAR
Resulta que me enteré a través del periódico vespertino “La Crónica” que edita mi amigo Javier Francisco Reyes, de fecha 6 de junio del presente, año XV y número 3909, que mi amigo y contemporáneo el Profr. Julio César Portillo López, está a unto de perder su casa que se localiza sobre la Av. Juan N. Álvarez,
número 51 de esta ciudad de Chilpancingo, y realmente me apena que esté pasando por todo esto el maestro Julio, con quien me una gran y añeja amistad, toda vez que somos grandes amigos, -62 años los dos-, conocí a su mamá doña Mary López Carrera, así como a sus hermanos Eduardo, Juan Alberto, Víctor Hugo, Edith, Raúl, Arturo, Servando, Gilmes e Ingrid. Lo visité recientemente y me enteré que su esposa Lorena Juana Astudillo Nava, había fallecido no hace mucho, y lo que es peor, el maestro Portillo López, también está muy delicado de salud, pues le diagnosticaron cirrosis hepática en tercer grado –terminal pues-, y gracias al apoyo moral y económico de sus hermanos ha podido sufragar en parte los enormes gastos que esto origina, ya que su pensión no le alcanza.
Tengo entendido que hay problemas legales con su casa, en donde otro amigo de muchos años, me refiero a Aurelio Ventura Reyes, quiere hacer efectivo el desalojo del maestro, aunque según me entero en la nota periodística de La Crónica, la casa está valuada setecientos mil pesos, y que “gueyo” ó su familia lo adquirieron en quince mil, la mera verdad no entiendo de leyes –no es lo mío-, pero al parecer también hay una cláusula en donde dice que cuando vivía la esposa de Portillo López, se agregó. y que dice que la finada Lorena Juana, condicionó que se reservaba para ella y su esposo, la posesión, uso, goce y disfrute del inmueble motivo de la compraventa, y como les comento, la señora murió pero aún vive aunque muy enfermo su esposo Julio César, quien por cierto, ayer cumplió años -63-, y yo pediría que por lo menos respetaran el término que marca dicha cláusula, esperar a que fallezca mi amigo y de inmediato tomen posición de dicho inmueble, háganlo por humanidad, bueno, esa es mi opinión muy personal, gracias amigo Aurelio, ojala pudieras apoyar en eso, Dios te va a bendecir siempre. Tu amigo Nikita.
número 51 de esta ciudad de Chilpancingo, y realmente me apena que esté pasando por todo esto el maestro Julio, con quien me una gran y añeja amistad, toda vez que somos grandes amigos, -62 años los dos-, conocí a su mamá doña Mary López Carrera, así como a sus hermanos Eduardo, Juan Alberto, Víctor Hugo, Edith, Raúl, Arturo, Servando, Gilmes e Ingrid. Lo visité recientemente y me enteré que su esposa Lorena Juana Astudillo Nava, había fallecido no hace mucho, y lo que es peor, el maestro Portillo López, también está muy delicado de salud, pues le diagnosticaron cirrosis hepática en tercer grado –terminal pues-, y gracias al apoyo moral y económico de sus hermanos ha podido sufragar en parte los enormes gastos que esto origina, ya que su pensión no le alcanza.
Tengo entendido que hay problemas legales con su casa, en donde otro amigo de muchos años, me refiero a Aurelio Ventura Reyes, quiere hacer efectivo el desalojo del maestro, aunque según me entero en la nota periodística de La Crónica, la casa está valuada setecientos mil pesos, y que “gueyo” ó su familia lo adquirieron en quince mil, la mera verdad no entiendo de leyes –no es lo mío-, pero al parecer también hay una cláusula en donde dice que cuando vivía la esposa de Portillo López, se agregó. y que dice que la finada Lorena Juana, condicionó que se reservaba para ella y su esposo, la posesión, uso, goce y disfrute del inmueble motivo de la compraventa, y como les comento, la señora murió pero aún vive aunque muy enfermo su esposo Julio César, quien por cierto, ayer cumplió años -63-, y yo pediría que por lo menos respetaran el término que marca dicha cláusula, esperar a que fallezca mi amigo y de inmediato tomen posición de dicho inmueble, háganlo por humanidad, bueno, esa es mi opinión muy personal, gracias amigo Aurelio, ojala pudieras apoyar en eso, Dios te va a bendecir siempre. Tu amigo Nikita.
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