Lo llevaron a barandilla para que no se “perdiera” al amparo de la noche

Ayer de madrugada la policía interceptó en céntrica esquina de la ciudad a Crescenciano Apolinar Esteban, quien se cargaba una borrachera tal que apenas y podía caminar sin dar el azotón, por lo que, piadosos, lo trasladaron a barandilla para darle posada por el resto de la noche.

Los gendarmes que detuvieron a Crescenciano, dicen que era la una y media de la madrugada, cuando al realizar un rondín de vigilancia detectaron que en la esquina que forman las calles Abasolo e Hidalgo un individuo parecía estar enfermo, pues trastabillaba a cada paso, por, lo que procedieron a marcarle el alto para indagar que le ocurría.
Nada pues, solo andaba en completo estado de ebriedad, por lo que de inmediato le pasaron báscula para verificar que no portara armas o enervantes…
Acto seguido lo treparon a la patrulla y lo trasladaron a la delegación, donde se identifico como Crescenciano Apolinar Esteban de 41 años de edad y avecindado en prolongación Cinco de Mayo de la colonia Rufo Figueroa. (Ruperto González Carbajal)

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