Le urge una buena “limpia” y que se le haga justicia
Un verdadero viacrucis es el que ha tenido que padecer la señora Lilia Vázquez López, quien se fracturó un tobillo al caer en el interior de una camioneta urvan de transporte colectivo; el dueño de la unidad se niega a pagarle sus gastos médicos y el seguro tampoco se hace responsable, porque le avisaron cuatro días después de ocurrido el accidente. Lilia Vázquez relató que el pasado 8 de mayo, viajaba a bordo de la Nissan Urvan número económico 114 de la ruta Mercado-INDECO, que a exceso de velocidad circulaba por la calle Abasolo y a la altura del zócalo, el chofer frenó de forma brusca, con lo que los pasajeros que viajaban en la parte posterior fueron lanzados hacia delante.
En el percance, doña Lilia sufrió una fractura en el tobillo, por lo que pidió al conductor que se hiciera responsable de llevarla al médico, lo cual aquel se negó a hacer y asustado le dijo que mejor la dejaría en ese lugar y que anotara el número de la unidad para que después llamaran a su patrón.
La mujer llamó al 066 para que le enviaran una ambulancia y la trasladaran al hospital del ISSSTE para recibir atención, ahí fue otro problema pues sólo le dieron los primeros auxilios y después tuvo que ser trasladada a una clínica particular para que le aplicaran yeso, pues resulta que su filiación al ISSSTE fue cancelada porque su marido se encuentra en calidad de desaparecidos desde hace dos años y al no poder presentar un acta de defunción, la plaza no ha podido ser asignada a su hija, por lo tanto no pagan cuotas y no son merecedores de servicio.
El esposo de doña Lilia, Jesús Bello Moreno, desapareció al salir de su trabajo el 17 de diciembre del 2008, y hasta el momento nada se sabe de su paradero, por eso el dinero que le depositaron por la segunda parte del aguinaldo se encuentra congelada en una cuenta bancaria y no pueden acceder a él pues sólo presentando un acta de defunción podrían entregarlo a sus herederos, “pero eso es una incongruencia pues nosotros estamos reclamando su presentación con vida no podemos ir a pedir un acta de defunción”.
Regresando al tema del accidente, la mujer comentó que tuvo que ir a atenderse a una clínica particular y cuando fue dada de alta acudió a la agencia del Ministerio Público para presentar formal denuncia y exigir el pago de los gastos médicos, sin embargo el propietario de la unidad, hasta el momento no se ha presentado, sólo envió a quien dijo ser su primo y se identificó como Javier Silva; esta persona dijo que la unidad está asegurada y llamó al ajustador para que se hiciera responsable, pero el seguro no quiso cubrir los daños debido a que el chofer abandonó a la víctima en el lugar del accidente y pasaron cuatro días, cuando ya se había puesto la denuncia, para que fueran avisados del accidente.
Por ello hasta el momento la mujer que se gana la vida repartiendo periódicos y como costurera, trabajos que no puede realizar por el tobillo quebrado, ha tenido que sufragar los gastos de hospitalización y tratamiento, que le fueron necesarios tras el accidente causado por la imprudencia e impericia del conductor de la urvan. (Abel Miranda Ayala)
En el percance, doña Lilia sufrió una fractura en el tobillo, por lo que pidió al conductor que se hiciera responsable de llevarla al médico, lo cual aquel se negó a hacer y asustado le dijo que mejor la dejaría en ese lugar y que anotara el número de la unidad para que después llamaran a su patrón.
La mujer llamó al 066 para que le enviaran una ambulancia y la trasladaran al hospital del ISSSTE para recibir atención, ahí fue otro problema pues sólo le dieron los primeros auxilios y después tuvo que ser trasladada a una clínica particular para que le aplicaran yeso, pues resulta que su filiación al ISSSTE fue cancelada porque su marido se encuentra en calidad de desaparecidos desde hace dos años y al no poder presentar un acta de defunción, la plaza no ha podido ser asignada a su hija, por lo tanto no pagan cuotas y no son merecedores de servicio.
El esposo de doña Lilia, Jesús Bello Moreno, desapareció al salir de su trabajo el 17 de diciembre del 2008, y hasta el momento nada se sabe de su paradero, por eso el dinero que le depositaron por la segunda parte del aguinaldo se encuentra congelada en una cuenta bancaria y no pueden acceder a él pues sólo presentando un acta de defunción podrían entregarlo a sus herederos, “pero eso es una incongruencia pues nosotros estamos reclamando su presentación con vida no podemos ir a pedir un acta de defunción”.
Regresando al tema del accidente, la mujer comentó que tuvo que ir a atenderse a una clínica particular y cuando fue dada de alta acudió a la agencia del Ministerio Público para presentar formal denuncia y exigir el pago de los gastos médicos, sin embargo el propietario de la unidad, hasta el momento no se ha presentado, sólo envió a quien dijo ser su primo y se identificó como Javier Silva; esta persona dijo que la unidad está asegurada y llamó al ajustador para que se hiciera responsable, pero el seguro no quiso cubrir los daños debido a que el chofer abandonó a la víctima en el lugar del accidente y pasaron cuatro días, cuando ya se había puesto la denuncia, para que fueran avisados del accidente.
Por ello hasta el momento la mujer que se gana la vida repartiendo periódicos y como costurera, trabajos que no puede realizar por el tobillo quebrado, ha tenido que sufragar los gastos de hospitalización y tratamiento, que le fueron necesarios tras el accidente causado por la imprudencia e impericia del conductor de la urvan. (Abel Miranda Ayala)
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