LAS COSAS COMO SON…

POR: Tomás Benítez Cano

LAZARO, YA NO SE LEVANTA


Las recientes declaraciones del auditor general del estado Arturo Latabán López, en el sentido de que el actual secretario de Salud Lázaro Mazón Alonso está inhabilitado por la Contraloría estatal para ejercer cargos públicos, traerán funestas consecuencias para la multisaqueada Secretaría y, más temprano que tarde,
cobrarán algunas facturas políticas.
Si alguien pensó que dichas declaraciones se hicieron en circunstancias obligadas o constituyeron un lapsus lingüis del auditor, pues está equivocado. El propio Latabán, muy ufano y envalentonado, reitera que se sostiene en lo dicho: Lázaro está inhabilitado.
En realidad la información no es nueva, puesto que se dio a conocer desde que se inició el proceso de selección del candidato del PRD a gobernador, y cuya versión no permeó del todo en la sociedad porque se dio, precisamente, en medio de esa lucha electorera, donde los contendientes se descalifican y se dan con todo con tal de alcanzar sus objetivos.
Sin embargo, no podemos omitir que en aquel entonces este asunto fue parte de la agenda de la clase política guerrerense, simple y sencillamente porque uno de los muchos protagonistas fue “el bueno para nada” de Zeferino Torreblanca, quien, en respuesta a las críticas que Lázaro lanzaba a su gobierno, espetaba: “no tiene calidad moral porque no ha solventado sus cuentas cuando fue presidente de Iguala”.
Por estos antecedentes, muchos analistas, politólogos y doctorantes de café han hecho lecturas equivocadas, en el sentido de que el auditor Latabán quiere continuar la labor de difamación que inició su repudiado ex jefe Zeferino en contra de Mazón Alonso, lo que a mi juicio es totalmente desapegado a la realidad, debido a que aquel señor --que por desgracia tuvimos de gobernador-- es un cadáver político.
El comedimiento o servilismo de Arturo no es lealtad al pasado, es línea del aquí y ahora. Y esto si le debe preocupar a Lázaro. Su osadía de llevarse e imponer todas sus canicas en Salud le va a costar muy caro. Sin que se vea la mano que mece la cuna le van a dar una lección de poder. Cuando la Federación, efectivamente, proteste de que no puede o no debe ejercer recursos públicos una persona que está inhabilitada --porque este señor sí está inhabilitado, según el portal de la Contraloría estatal--, entonces la suerte del político igualteco estará echada y el gobierno del estado como Pilatos: se lavará las manos.
Y aunque no ocurriera el anterior escenario, en palabras de los propios perredistas don Lázaro por “moral y ética” ya no debe continuar en Salud. Recuérdese que para el imaginario colectivo “quien roba una vez…”, además de que no sería un buen mensaje para los miles de trabajadores de esa dependencia, quienes difícilmente compartirían un llamado de transparentar y eficientar los servicios de esa Secretaría si cuyo titular está reprobado en esa materia.
Sin embargo, la SS no sólo saldría perdiendo con la estancia de Mazón Alonso sino también con su partida, porque quienes se frotan las manos porque suceda esto último, son los mismos que la han saqueado en sexenios anteriores, para más señas son los que ya tenían sus nombramientos y que el médico-político rechazó.
En cuanto al auditor Arturo Latabán, quien con información de una dependencia ajena se aventó el paquete de meterse en camisa de once varas, por el momento sus servicios serán agradecidos, pero más tarde también tendrá que irse. Porque, aunque llegó gracias al apoyo y cobijo del PRD, este mismo perredismo le cobrará la afrenta, además de que no goza de la simpatía del poder en turno. Si a alguien le parece muy simplista esta deducción, baste recordar que el mencionado personaje está donde está porque así lo quiso su ex patrón.

Comentarios